domingo, 13 de febrero de 2011

Barcos de Nata para un Pirata

  Para el pirata Malapata, a más señas. Y es que, por ser una fecha especial (17 años, que se dice pronto) pretendía sorprenderle con uno de sus caprichos preferidos. Y claro, no he podido resistirme a ponerle velas de barco pirata...


  Aunque el Título de la entrada también podría haber sido "Corazones de Fresa para una Princesa", que tanto San Valentín se me está pegando...


 En fin, cursilerias aparte, esta receta de tartaletas me las traje de una estancia en Plymouth, es de estas cosas que repetí muchísimas veces hasta pillarle el punto y cuando me salían bien, dejé de hacerlas... Pero bueno, aprovecho los antojos de mi Santo a ver si así, el que se anime a hacerlas no tiene que repetirlas tanto como yo.


Ingredientes:
  • 225 gr de Harina
  • 100 gr de Mantequilla
  • Una pizca de sal
  • Una yema de huevo 
  • Un poco de agua para ligar la masa.

  La masa es muy sencilla, basta tamizar la sal con la harina, añadir la mantequilla y cuando esté un poco trabajada la yema de huevo. 


  Se añade un poco de agua, mejor hacerlo de poco en poco para no pasarse, lo justo para que la masa quede sin grumos aunque bastante dura. Podemos ir encendiendo el horno, que tiene que calentarse hasta 220º.


  Ahora viene la parte más entretenida, que es forrar los moldes de tartaletas. Yo tengo una caja llena de pequeños moldes de varias formas, aunque recomiendo los que no tengan demasiado rebordes porque son más entretenidos. Los hay un poco más grandes, pero como tenía pensado rellenarlas de nata, me parecieron mejor las pequeñitas. 


  Lo que más me costó en su momento fue dar con el grosor adecuado de las tartaletas. Si las dejaba demasiado gruesas no gustaban tanto, y si las dejaba demasiado finas se me rompían todas, porque la masa es muy quebradiza. 
  
  Hasta que un día se me ocurrió darles una capa de chocolate para reforzarlas (y que nunca viene mal, claro) y así puedo dejarlas relativamente finas sin que se rompan demasiado. He visto en algunas recetas que se extiende la masa con un rodillo y luego se corta para forrar las tartaletas, yo no lo he intentado nunca de esta manera. Cojo pequeñas pelotitas de masa y las voy aplastando desde el centro hacia los bordes (eliminando lo que sobre).


 Una vez que están forradas todas las tartaletas hay que pinchar la masa con un tenedor.


 Se meten en el horno a 220º unos 15 o 20 minutos hasta que estén doradas a bonito color.


  Se desmoldan muy facilmente, aunque hay que ser extremadamente delicados porque se rompen con mucha facilidad.


  Mientras están en el horno, se derrite un poco de chocolate al baño Mª, o en el microondas, siempre a potencia media-baja y removiendo cada medio minuto para que no se queme. Con una cucharita se les da un baño de chocolate, eliminando lo que sobre. Yo suelo hacerlo con poco cuidado y procurando que me quede algún goterón porque me gusta como queda.

Aunque esté perdiendo la cabeza, no es que se me olvidara recubrir 3 de chocolate, es que estaban reservadas para mi padre, que no lo puede tomar.
  Una vez que el chocolate está frío se pueden rellenar con lo que se quiera. Yo las rellené de nata. Para eso había guardado previamente el bol y las varillas de la batidora en el congelador. La nata (con al menos 35% de materia grasa) también fría. 

  Como yo pensaba que había hecho una barbaridad de tartaletas y que sobrarían un montón (y apenas llegaron a la noche), pensé utilizar el estabilizador de nata. Tenía unos sobrecitos de la marca Ruf, alemana. Encontré una página con mucha (por no decir toda) la información posible para montar nata, así que después de montar un poco la nata le puse el estabilizador. Tengo que decir que una cucharada de nata que sobró sigue perfecta un día después.


  Seguí batiendo y cuando ya estaba, añadí el azúcar glas (a gusto).


  Rellené todas las tartaletas con una manga pastelera salvo las que tenían forma de corazón. A las dos últimas cucharadas de nata le añadí una cucharadita de aroma de fresa y una gota de colorante rojo, a ver si así enganchaba a la princesa, aunque ni por esas... no las probó.


  Para terminar, con una cucharita fui dejando caer un hilo de chocolate un poco a  lo loco, tan a lo loco que se me olvidó que había reservado unas pocas sin chocolate para mi padre... Y unas almendras tostaditas para el pirata y corazones de azúcar para la princesa.


  Salieron unas 20 tartaletas.



3 comentarios:

  1. Doy fe que estaban riquísimas, ¿cuándo repetimos?

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  2. Que ricas!!,gracias por la receta,tenemos el camino hecho gracias a ti.
    Tengo moldes parecidos,en cuato pueda me pongo a ello.
    Besos,Mily.

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  3. Oye..... este postre es FABULOSO.... ¿no se te ha ocurrido presentarlo en el concurso de postres de la cocina de Sara? Yo no tengo moldes para tartaletas, PERO tengo un molde de silicona que estoy pensando que me puede venir bien para hacer éste postre. La página de la nata es muy buena.Gracias por poner el enlace.
    Besazos.

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