Bizcocho Básico

 Hoy es el santo de mi hija pequeña (Andrea) y aunque no solemos celebrar los santos en ésta casa, sí que me gusta hacerles a las niñas algo especial de comida y (si me da tiempo) un desayuno para compartir en el cole. Como sólo tiene un año y medio (y 6 dientes) me ha parecido que lo más seguro es un bizcocho blandito, que es la receta que os propongo.

  La receta la descubrí en el libro de la Marquesa de Parabere “Enciclopedia Culinaria. Confitería y repostería” (del año 1964), que lo llama Bizcocho Moderno. También he visto una receta muy similar en otras páginas y libros de la Thermomix.

Me encanta este bizcocho por varios motivos: porque es de los que no me fallan, porque tiene pocos ingredientes (de los que siempre tengo en casa) y porque la Thermomix hace casi todo el trabajo. Es un bizcocho esponjoso y muy tierno pero como inconveniente he de deciros que se queda un poco seco a lo largo del día (si es que dura un día entero). También he probado algunas variantes (como añadir cacao, por ejemplo) y no queda igual de bien, así que he dejado de improvisar y siempre sigo la receta al pie de la letra.

¡Bienvenidos!

Hola a todos, aquí comienzo un experimento que realmente me hace mucha ilusión: ¡Cocinar!

             

Recuerdo perfectamente la primera merienda que me enseñó a hacer mi madre con 4 o 5 años (merengue) y desde entonces siempre he querido aprender todo lo que puede enseñarme, aunque pocas veces me deja ayudarle ("No, si ya lo tengo todo preparado..."), pero tengo muy claro que si algo sé, es gracias a ella, así que desde aquí aprovecho para darle un millón de gracias, un día y otro y otro y todos los días que salga el sol.

Desde pequeña siempre me ha gustado cocinar. Con 12 o 13 años abrí mi primer "servicio de cocina" y es que mis hermanos (soy la más pequeña de 5) me pedían todas las noches que les hiciera la cena. Nada complicado: un sándwich, una tortilla, una sopita en invierno... Así que me hice una carta de mis especialidades y como una profesional les toma nota de los pedidos (¡qué tiempos!). Mi servicio de restaurante no duró mucho como tal, pero a menudo me metía (y me meto) en la cocina a investigar, aprender y a probar recetas que mi público (siempre fiel) aplaudía dejándome muy buen sabor de boca.

Será porque en casa somos muy golosos, o porque es más fácil tener éxito con chocolate que con espinacas, pero de todas las cosas que se pueden elaborar entre fogones, lo que más me gusta es la repostería. Llevo más de 30 años entre chocolate, huevos y azúcar, pero siempre me he quedado en un nivel de “estar por casa”. Me quedo maravillada con las recetas que veo publicadas en páginas y blogs de verdaderos artistas y por eso intentaré guardarlas en el margen, por si alguien quiere aprender, igual que yo, de semejantes fenómenos.

Claro que con las recetas deliciosas del Rincón de Bea, las tartas espectaculares de Morgana, las fotos que alimentan de Webos fritos y tantas otras páginas maravillosas, no creo que yo pueda aportar nada mejor, salvo algunos trucos que he ido aprendiendo, los errores que he cometido o las recetas que nunca me fallan. Con esa idea comienzo este blog, esperando que pueda servir de información o ayuda a alguien.

Muchas gracias por escucharme.