Ya sé que esta entrada no pega mucho con el otoño a las puertas, oficialmente llega la semana que viene, pero parece que ya está aquí. El motivo es que este verano he perdido la cámara de fotos y con ella varias recetas que pretendía publicar.
Así que me ha hecho muchísima ilusión encontrarme con las fotografías de esta tarta en una carpeta del ordenador, no recordaba que las había descargado y aunque no están todas es una idea que llevaba mucho tiempo queriendo hacer y me alegro de poder compartirla.
La hice en junio, para que Andrea pudiera llevarla el último día de colegio y despedirse de sus compañeros y profesoras. Las figuras que aparecen son los protagonistas de los libros con los que están trabajando desde primero de infantil (los dibujos van creciendo a la vez que los niños, son geniales) y además tienen unas marionetas que los niños pueden llevar a casa un fin de semana y jugar con ellas.
Después de mirar y remirar las fichas que había traído Andrea, decidimos representar las cuatro figuras jugando en la playa.
