Galletas Decoradas (Prueba 2)

  Ayer fue el santo de Paula, mi hija de cuatro años y, al igual que hice con la pequeña cuando estrené el Blog, le he dicho que podía llevar un desayuno para compartir con sus amigos. 
  Ella no estaba muy convencida: "Mamaaa ¿no te acuerdas que a mis amigos no les gustaron tus galletas?". ¿Cómo no me voy a acordar, con la penita que me dio!!!  


 Pero claro, es que la receta de las galletas saben mucho a mantequilla (¡buenísimas!) y a los niños no les gustó, así que antes de desanimarme, que todavía tengo que hacer muchas galletas para que me queden bien, lo que he hecho es buscar una receta de galletas con chocolate, con mucho chocolate!

  Después de buscar por todos los blogs y libros que tengo, me he decidido una vez más por una receta de Bea. Tenían muy buena pinta y mucho, muchisimo chocolate. Para la decoración he elegido colores alegres que contrastaran con el oscuro del chocolate (y que le gustaran a la niña, para terminar de convencerla) y el resultado ha sido bastante resultón, por lo menos esta vez no ha llegado de vuelta ni una galleta! 

Como decía, la receta de la masa es la de CHOCOLATE COOKIE CUTOUTS del Rincón de Bea, aunque como no tengo las cucharas de medir, he adaptado las medidas a pizcas:


Ingredientes:

• 250 gr. de harina
• 100 gr de cacao en polvo 
• Una pizca de sal
• Media cucharadita de canela
• 180 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
• 180 gr. de azúcar glas tamizada.
• 1 huevo ligeramente batido (también a temperatura ambiente).
• 1 cucharada grande de azúcar avainillada (es que no tengo extracto de vainilla, pero con azúcar glas y unas vainas de vainilla, me "fabriqué" un azúcar aromatizada estupenda. Este Truco también se lo copié a Bea)

  Aunque al pesar los ingredientes secos (harina y cacao) ya los paso por el colador para tamizarlos, los volví a tamizar todos juntos añadiendo también la canela y la sal. 


  Batimos la mantequilla y el azúcar tamizado (mezclé el azúcar normal y el aromatizado) en la Thermomix con la mariposa, un par de minutos a velocidad 2. No se debe batir ni muy rápido ni mucho tiempo, para que la mantequilla no se derrita. Queda esponjosa, casi blanca y aunque todo el mundo dice que debería aumentar el volumen, yo reconozco que no me doy cuenta si aumenta o no...

  Se añade el huevo ligeramente batido, poco a poco para que no se corte la mantequilla. Después empecé a añadir la mezcla de harina y cacao, cucharada a cucharada en velocidad 2. Siempre empiezo con la mariposa y cuando me parece que la masa empieza a estar demasiado espesa (se nota que la máquina se queja) se la quito.

Con la mitad de harina-cacao, justo después de quitar la mariposa.

  Por un momento pensé que tendría que terminar de amasar a mano, pero la Thermomix se portó estupendamente y me dejó una masa espectacular. 

  La verdad es que me ha encantado esta masa de galletas, porque es firme pero es estira estupendamente. Además huele que alimenta, dan ganas de comérsela a pellizquitos sin hornear ni nada.


  La dejé enfriar un rato en la nevera (forzosamente: la chica había decidido que le tocaba un ratito de atención a ella). Después partí la masa en dos para estirarla entre dos papeles de hornear. Me temo que la siguiente foto no ha quedado muy bien, pero pretendía mostrar la textura de la masa que es estupenda.

  Lo de estirar la masa entre papeles era una cosa nueva para mi, y reconozco que es un truco estupendo, porque ni se mancha la encimera, ni se pega al rodillo y además se pasa fácilmente a una bandeja para volver a enfriar la masa. 

  Para estirarla me vino estupendamente mi rodillo nuevo (el de la foto) que tiene unos discos en los extremos para que toda la masa quede al mismo nivel (0,6cm). Tiene que estar al menos un par de horas en la nevera, aunque yo la dejé hasta el día siguiente. 


  Antes de cortarlas, encendemos el horno a 175ºC. Con la masa bien fría las galletas se cortan estupendamente, y se pasan sin ningún problema a la bandeja del horno. Por fin me he quedado con la copla y puse las galletas bastante separaditas para que no se me pegaran, porque en todos los intentos anteriores alguna tenía que separar con cuidadito.

  Están listas en 10 minutos. Aquí despista un poco que no se nota si se doran o no, y en la primera bandeja las tuve 12 minutos, pero creo que me pasé un poco. Se dejan enfriar en la rejilla y cuando ya están frías se pueden decorar.


  Para la decoración volví a seguir las instrucciones de Bea sobre la glasa y el decorado. Me temo que no hice fotos porque andaba justita de tiempo, y los pasos son exactamente los mismo que en la prueba 1,5 que hice para fiesta de Navidad. 


  Ingredientes para la glasa.

• 3 claras de huevo.
• 600 gr. de azúcar glas tamizada.
• Media cucharadita de cremor tártaro.
• Colorantes en gel.

La foto es de la Prueba 1,5 donde puse 4 claras y 800 gr de azúcar

  Sobre los ingredientes (me preguntaron varias personas en el cole) es importante que el azúcar glas sea industrial (es más fina y lleva antiapelmazante) y sobre las claras, me gustan las que venden pasteurizadas en el Mercadona. Primero porque es comodisimo y segundo porque me da más seguridad de que se conserve bien. 

  Los pasos para la glasa son muy sencillos, otra cosa es cogerle el punto. Se empieza disolviendo ligeramente el cremor tártaro en las claras. 

Las puse en la Thermomix con la mariposa y la mitad del azúcar y se bate a velocidad 3. Se va añadiendo el resto del azúcar poco a poco. Llega un momento en que tiene un color blanco brillante y está muy espesa (glasa de delineado). 

  En el primer intento me dí cuenta (al decorar las galletas) que había dejado la glasa demasiado espesa y me costaba hacer las líneas. En ésta ocasión también me pasé, pero antes de aclararla con una cucharadita de agua, la separé en tres partes para ponerle primero el colorante porque algo le cambia a la consistencia de la glasa. Si queda demasiado espesa hay que añadir agua pero con muchisimo cuidado, cucharadita a cucharadita, porque la consistencia cambia con cada gota. 


  Con una buena cucharada de glasa me sobró para hacer todos los bordes de las galletas. Los puse en mangas pasteleras desechables bien cerrados con pinzas. Al resto de la glasa se le va añadiendo agua cucharadita a cucharadita hasta que quede un poco más líquida y se pueda extender fácilmente. Tengo que seguir ensayando porque tampoco conseguí la consistencia adecuada, al menos en el color rosa, que me quedó demasiado líquida, aunque se podía haber solucionado añadiendo más azúcar.


  Con la glasa de delineado se repasa el borde de la galleta y las zonas que se pretenden rellenar del mismo color.  Y cuando ya está seca, a rellenar con la glasa de relleno.

  Otra vez con la emoción de las galletas se me pasó hacer más fotos. En la anterior estoy a mitad del proceso. En manga pastelera la glasa de delineado , en los biberones (las botellas de color azul y morado) la glasa de relleno. Los palillos para ayudarme a rellenar los recovecos. (Las botellas de agua están por toda la casa, porque las niñas tienen mocos y les da mucha sed, pero no tiene nada que ver con las galletas!) 


  A algunas les añadí bolitas de colores, pero ya era bastante tarde y se me acabó la inspiración para más detallitos. Algunas fotos con las galletas acabadas: