Bizcocho Bombón

  ¿Cómo podía resistirme a un bizcocho con este nombre? Con la afición que le estoy cogiendo a los bizcochos, no podía faltar uno tan tentador. Y está realmente bueno, jugoso y muy, muy tierno.

  La receta la encontré en el blog Aliter Dulcia y he tardado demasiado en hacerla, aunque seguro que la repito. 

  Lo hice poco después del Bizcocho Plymouth, y aunque el procedimiento es muy parecido y los ingredientes son semejantes, cambian las proporciones y quedan dos bizcochos parecidos, pero diferentes.

Ingredientes:

• 150 gr de mantequilla.
• 175 gr de chocolate negro.
• 150 gr de azúcar.
• 90 gr de harina tamizada.
• 3 huevos.
• Una cucharadita de levadura en polvo
• Una cucharadita de extracto de vainilla.

  Comenzamos precalentando el horno a 180º. Se separan las claras de las yemas, y se montan las claras a punto de nieve. 

  Mientras la KitchenAid me montaba las claras, puse el chocolate troceado en el microondas, a potencia media-baja para que se derritiera. Siempre hay que controlar cada medio minuto, removiendo el chocolate porque parece que está exactamente igual, pero al moverlo un poco resulta que está casi fundido. Cuando ya está derretido, añado la mantequilla en trozos pequeños que se funde al calor del chocolate.

  En otro bol, se baten las yemas con el azúcar hasta que quede una mezcla cremosa.

  Se mezclan las dos cremas, yemas-azúcar con chocolate-mantequilla y el extracto de vainilla.

  Se añade la harina tamizada con la levadura y se mezcla bien.

  Queda una crema bastante espesa, y al mezclarla con las claras a punto de nieve, se bajan un poco, pero se pueden incorporar bien a la masa.

  Se vierte la masa en un molde engrasado.

  Se hornea durante unos 40 minutos, aunque siempre hay que comprobar que está cocido, pinchando con un palillo a ver si sale limpio. 

  Pasados unos minutos, se puede desmoldar sobre una rejilla para que se enfríe. 

  Se puede decorar con un poco de azúcar glas, pero yo tenía un poquito de ganaché de chocolate y se me ocurrió utilizarla.

  Puse la ganaché unos segundos en el microondas y se derritió bastante, aunque no la quería muy caliente.

  La puse por encima del bizcocho.

   Aproveché para poner también algunos adornos de azúcar antes de que se secara.

  Cuando se enfrió, la ganache quedó como una capa de chocolate, pero más suave.