Tarta con Rosas

  Confieso que me ha costado mucho trabajo escribir esta entrada porque por una parte, estoy convencida de que hay una gran cantidad de blogs y vídeos que explican estupendamente cómo modelar flores, pero por otra parte a mi me ha costado mucho trabajo empezar a cogerle el truco y estoy muy contenta con la tarta que hice para Pepi, así que he pensado en contar un poco mis aventuras y desventuras con las flores, por si a alguien le sirve de dato.

  Tengo que agradecer una vez más a Marilo, todo los consejos que nos dio en el curso de modelado de flores, que me han dado ánimos para volver a intentarlo.

  Hace ya un año que empecé con el propósito de aprender a modelar flores, y me centré en las rosas que quedan tan resultonas. Pero no me salían, se me rompían los pétalos, no se quedaban con la forma adecuada... un desastre.

  Lo cierto es que hay infinidad de vídeos y tutoriales donde explican cómo se hacen, pero yo no conseguía hacer una rosa decente y la verdad es que entre intento e intento, dejaba pasar bastante tiempo y siempre caía en los mismos fallos o fallillos. 

  En fin, no me considero capaz de explicarlo mejor que los excelentes tutoriales que pueden encontrarse fácilmente (por ejemplo los de Azúcar con Amor (1 y 2), Club Cooking Cookies (1 y 2) o de Objetivo: Cupcake Perfecto, por nombrar unos pocos), pero si puedo contaros algunos fallos que cometía y la forma que me resulta más sencilla de todas las que he probado.

  Lo primero y fundamental, la masa de azúcar. Yo sabía (por que Eva, de Club Cooking Cookies lo explica perfectamente) que para hacer buenas flores lo suyo es trabajar con pasta de goma o pasta de flores (por algo se llamará así). Pero en muchos sitios dicen que hacen las flores con fondant, así que yo le añadía un poquito de CMC que es lo que recomiendan, y lo intentaba. Al poco rato el intento de flor quedaba hecha un pegote porque me enfadaba y la aplastaba-deformaba-rompía de cualquier manera.

  Y es que la pasta de goma es otra cosa distinta al fondant. No sólo porque se pueda estirar más, porque yo estiro el fondant estupendamente y mi hija lo deja más fino que un papel de fumar. La cuestión es que aunque lo estires, después sigue siendo manejable y no se rompe o, al menos, no se rompe con tanta facilidad como el fondant. Incluso entre las pasta de goma hay diferencias, todavía no he hecho ninguna en casa (aunque tengo pendiente alguna receta), pero he utilizado la de Squires Kitchen (que no está mal) y la de Satin Ice, en el curso de que hice en la Casita Dulce de las Flores, que está todavía mejor.

  No digo que no se puedan hacer flores con fondant, sé que se hacen y hay a quien le salen preciosas, pero yo no lo he conseguido.

  Para que os hagáis una idea, os pongo las fotos de las rosas que hice hace un año (para la Tarta Arcoiris), aunque ya comenté en aquella entrada que no estaba convencida con el resultado.

  Empecé con todos mis cachivaches recién comprados, alfombrilla para tener una superficie blandita, cortadores de 5 pétalos de diversos tamaños, rodillo, estecas (los palillos que se utilizan para modelar, en concreto el que tiene extremos con una bolita) y un paquete de fondant que había comprado en Londres.

  El procedimiento que seguí lo había visto en Azúcar con Amor (aunque después lo he encontrado en otros muchos blogs y también me lo explicó Mariló en el curso de flores).

  Se extiende la pasta (bastante finita) y se corta una flor de cada tamaño (o dos flores de dos tamaños, mediano y grande por ejemplo).

  Se pasa a la alfombrilla para flores (aunque un trocito de goma eva, esa especie de goma de colores del tamaño de un folio que se venden en las papelerías) va incluso mejor (este Truco es de Marilo). Simplemente en este paso ya me encontraba muchas dificultades al trabajar con el fondant, porque la mitad de las flores se quedaban en el camino.

  Ahora viene la parte que me cuesta (me sigue costando y me costará hasta que haga 2000 flores más) que es darle vuelo a los pétalos. La teoría consiste en presionar con la esteca que tiene una bola en la punta, girándola sobre el borde del pétalo. 

  De esta manera se consiguen dos cosas, la primera es que el borde sea más fino, porque no queda muy natural un pétalo con el grosor de la pasta (aunque la hayamos estirado mucho) y la segunda que el pétalo tenga un ligero vuelo, u ondulaciones por la parte del borde que quedan muy bonitos.

  Como veis, la teoría la tengo controlada, pero la prácticaaaaa....

  No me sale bien, para que mentir. La foto de arriba es de las primeras, con fondant+CMC, que estaban bastante regular. La de abajo es de las últimas que he hecho, que están un poco mejor (de pasta de goma).

  El montaje se hace con una pequeña bolita, se estira un poco para hacer como una lágrima y se coloca sobre los pétalos más pequeños.

  Hay que ir cogiendo cada pétalo y pegándolo al centro, y he visto dos maneras para hacerlo. Se consiguen rosas ligeramente distintas, las dos muy bonitas. 

  La primera técnica es ir pegando los pétalos uno si-uno no (ver tutorial de Azúcar con Amor), es la que intenté es estas rosas. 

Después se pone sobre el siguiente grupo de pétalos

  Y lo que nos queda se va poniendo en los siguiente pétalos, siempre subiendo los pétalos en orden 1-3-5-2-4 (imaginad que están numerados en sentido de las agujas del reloj).

  Como decía al principio, mis primeras rosas no me gustaron. Como podéis ver, tienen los bordes un poco perjudicados, sin demasiada forma y además muchos recortes de pétalos acabaron en la basura hechos una pelota.

  Creo que puedo destacar algunos de los fallos que cometía, aunque seguro que todavía tengo otros muchos.

1. No utilizar la pasta de goma (como ya había comentado).
2. Estirar demasiado la pasta. Siempre había leído que la ventaja de esta pasta es que se puede estirar mucho, así que yo la estiraba mucho, muchoooo. El problema es que después me quedaban los pétalos demasiado frágiles.
3. Aprieto demasiado la esteca o no la aprieto correctamente. Esto todavía no lo tengo muy claro, pero estoy segura de que no lo hago del todo bien. No sólo hay que apretar hacia la mesa, también hay que ir girando a la vez la esteca y la cuestión es que a veces (solo a veces) me queda un bonito voleado, pero reconozco que no lo tengo nada controlado.
4. También abusaba del pegamento, en necesario pegar los pétalos al cuerpo de la flor, pero al pasarme con el pegamento como son tan finos, me quedaba una masa inmanejable.

  Y la quizás la parte más importante: cómo he conseguido reconciliarme con las rosas y hacer algunas medio decentes. Pues olvidándome de tanto cortador y esteca y trabajando básicamente con las manos. He intentado seguir la idea de Alma (tiene un vídeo estupendo, como todo lo que ella hace), y aunque ella lo explica muy bien, os pongo también mis fotos para intentar explicarme mejor.

  Me ha venido muy bien un rodillo que me regaló mi hermana con gomitas a los lados para que toda la pasta quede exactamente a la misma altura y evitar la tentación de estirar demasiado.

  Con una boquilla grande (o pequeña, o un cortapastas circular, depende del tamaño que queráis la rosa) hice varios círculos y también una lágrima de masa. Los círculos los puse sobre un trozo de goma eva y los cubrí con film transparente.

 En vez de utilizar una esteca (ya os digo que no controlo la fuerza ni el giro), simplemente presioné con el dedo sobre el borde de cada círculo. El film trasparente hace que la presión sea más cómoda y se deslice mejor el dedo.

  Uno de los círculos se utiliza para rodear el cono, haciendo así la forma del capullo.

  Los otros dos se ponen alrededor del primero, con el borde ligeramente separado del capullo.

  Para la siguiente vuelta mezclé la pasta de goma con un poco de blanco, aunque no se notó mucho la diferencia. Hice otros tres discos igual que antes y para pegarlos pegué un lateral del primer pétalo pero en vez de pegarlo entero puse el segundo pétalo un poco debajo y lo mismo con el tercero, (Alma lo explica muy bien en su vídeo).

  Para la siguiente vuelta volví a aclarar un poco la pasta de goma mezclandola con un poco de pasta blanca y corté 5 discos. La idea es la misma de antes.

  Así quedaría estupenda, pero añadí otras dos vueltas cada vez de tonos más claros y cortando los círculos con un disco un poco más grande. Dando un pequeño pellizco a cada pétalo queda más natural.

  Y una vuelta más.

  Lo dejé secar en un soporte de flores, aunque vale cualquier superficie un poco curva. Mientras hice unas hojas y el cáliz de la flor, los dejé secar.

  Unas pocas más y ya está lista la tarta para Pepi. Paula me ayudó con las pequeñitas.

  
  Hice las rosas variando un poco el tono de morado.

  Por cierto, la tarta era un bizcocho Madeira Sponge Cake de 4 huevos, en un molde de 18cm. Está cubierto con fondant de sirope de maíz. Entre cada capa puse dulce de leche, como cuento en montaje de una tarta decorada.

  ¡Estaba muy buena!