Hace mucho tiempo que no hacía galletas y es que la decoración con glasa me resulta muy cansada, sin contar con el calor que suele hacer por Sevilla, que para las galletas es un fastidio. Pero nunca había decorado galletas con fondant, y tenía esa espinita clavada.
Además, cuando me tocaron en un sorteo de Todo Stencil unas plantillas preciosas, pero preciosas preciosísimas, ya no lo pude dejar aparcado más tiempo y este sábado preparé algunas galletas decoradas con fondant y el fondant decorado con plantillas de TodoStencil.
Por buscar una receta nueva me fui a Pan, Dulces y Otras Palabras, que siempre tienen buenas ideas y escogí la receta de galletas de mantequilla de su tutorial de Cómo hacer galletas. Tienen razón, las galletas quedan deliciosas.
Para la decoración con las plantillas he visto últimamente varias entradas, ya que se han puesto muy de moda, pero me fui directa a Objetivo: Cupcake perfecto, que siempre es garantía de éxito.
Ingredientes:
Empezamos batiendo la mantequilla con el azúcar glas, despacio al principio para que el azúcar no salga volando por toda la cocina, y un poco más rápido cuando ya esté integrada.
Se añade el huevo ligeramente batido y se bate hasta que se integre en la masa.
También hay que añadir (si se quiere) el aroma o extracto. Yo siempre utilizaba extracto de vainilla, que va muy bien, pero hace poco compré un bote del aroma "Princesa" y reconozco que la primera reacción no fue muy buena, porque al abrirlo me recordó demasiado al olor de las almendras amargas (odio las almendras amargas), pero le añadí una cucharadita y reconozco que les da un toque delicioso. El olor a almendras se difumina bastante y lo que queda es un ligero toque a limón.
También hay ir añadiendo la harina tamizada con la sal, cucharada a cucharada.
Como veis, la masa queda blandita. Resistí la tentación de añadir un par de cucharones más de harina porque en Pan, Dulces y Otras Palabras explican perfectamente que son unas galletas más finas y de haberme pasado con la harina, hubieran quedado más duras.
La puse en un plato y lo dejé enfriar.
Cuando se haya enfriado un poco la masa empezamos a estirarla. Vamos a necesitar un poco de harina (menos de la que yo pensaba), un rodillo, papeles vegetal (o de hornear) y, si queremos que salgan perfectas, unos niveles, es decir unas tablitas de la misma altura para que el rodillo deje la masa a la misma altura (o un rodillo con niveles, claro).
Dividí la masa en dos partes para trabajar más cómodamente. Hay que estirarla siempre entre dos hojas de papel vegetal, primero porque es muchísimo más cómodo (no se pega ni a la mesa ni al rodillo) y segundo porque así es más fácil volver a meterla en la nevera.
Y es que, una vez estirada, tiene que estar otro rato en la nevera. Mientras más fría esté la masa, mejor se cortan las galletas. Sin punto de comparación. Y además si están frías cuando las metamos en el horno se deforman menos y quedan más bonitas. Por ejemplo, en la primera tanda que yo pensé que masa estaría suficientemente fría, corté la masa sin problema con un cortador circular.
Se retiran los trozos que sobran con cuidado, pero el problema es que para pasar las galletas a la bandeja del horno se deforman. Esta masa es muy blanda, por eso hay que enfriarla correctamente. La siguiente tanda la enfríe antes de cortarla, y no sólo queda mejor definida la silueta de la galleta, es que el cortador suele traerse la galleta al separarlo, con lo que es mucho más fácil pasarlo a la bandeja del horno.
En cualquier caso, hay que tener el horno precalentado a 180º, meter las galletas bien frías y hornearlas durante 10-14 minutos. Lo del tiempo es muy impreciso, lo siento, pero es que depende mucho de cada horno y del tamaño de las galletas. Yo hice de dos tamaños, las grandes de unos 11 cm de diámetro, estuvieron casi 15 minutos y las pequeñas (de unos 7 cm de diámetro) las dejé 11. Yo las saco cuando los bordes empiezan a tostarse, pero no mucho.
Una vez fuera del horno se dejan enfriar unos minutos y después se pasan a una rejilla para que terminen de enfriarse.
Guardé las galletas en una caja de lata y las decoré al día siguiente. Cogí todas las plantillas de TodoStencil, fondant, pegamento comestible y colorante en polvo.
La idea para la decoración con las plantillas es sencilla. Se extiende un poco de fondant, yo no recomendaría extender demasiado fondant porque a mi se me secó un poco.
Se coloca la plantilla. Es importante que se quede bien fija al fondant, si el fondant está bien bien amasado no hay problema pero si se queda un poco seco ya no se pega tan bien.
Con un pincel se aplica el colorante en polvo sobre la plantilla.
Rellenamos todos los huecos.
Se separa con cuidado la plantilla y se corta con el mismo cortador que la galleta. Para pegar el fondant a la galleta le puse un poco de pegamento comestible.
Cambiando los colores se consiguen combinaciones muy bonitas.
No voy a mentir, entre galleta y galleta, es algo entretenido. Como se me echó el tiempo encima (para no variar) acabé decorando con fondant texturizado, que es más rápido. De hecho algunas galletas acabaron sin decorar, pero aún así estaban deliciosas.
Desde aquí me gustaría agradecer a TodoStencil la amabilidad que han tenido realizando este sorteo y la rapidez en traerme las plantillas, me han encantado y seguro que las utilizaré a menudo.
Actualizo la entrada para incluir una fotografía que me acaban de facilitar:
Además, cuando me tocaron en un sorteo de Todo Stencil unas plantillas preciosas, pero preciosas preciosísimas, ya no lo pude dejar aparcado más tiempo y este sábado preparé algunas galletas decoradas con fondant y el fondant decorado con plantillas de TodoStencil.
Por buscar una receta nueva me fui a Pan, Dulces y Otras Palabras, que siempre tienen buenas ideas y escogí la receta de galletas de mantequilla de su tutorial de Cómo hacer galletas. Tienen razón, las galletas quedan deliciosas.
Para la decoración con las plantillas he visto últimamente varias entradas, ya que se han puesto muy de moda, pero me fui directa a Objetivo: Cupcake perfecto, que siempre es garantía de éxito.
Ingredientes:
- 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
- 150 gr. de azúcar glas.
- Un huevo mediano a temperatura ambiente.
- 450 gr. de harina tamizada.
- Una pizca de sal.
- Una cucharadita de aroma o esencia, en mi caso "Princess Cake and Cookie Bakery Emulsion"
Empezamos batiendo la mantequilla con el azúcar glas, despacio al principio para que el azúcar no salga volando por toda la cocina, y un poco más rápido cuando ya esté integrada.
También hay que añadir (si se quiere) el aroma o extracto. Yo siempre utilizaba extracto de vainilla, que va muy bien, pero hace poco compré un bote del aroma "Princesa" y reconozco que la primera reacción no fue muy buena, porque al abrirlo me recordó demasiado al olor de las almendras amargas (odio las almendras amargas), pero le añadí una cucharadita y reconozco que les da un toque delicioso. El olor a almendras se difumina bastante y lo que queda es un ligero toque a limón.
También hay ir añadiendo la harina tamizada con la sal, cucharada a cucharada.
Como veis, la masa queda blandita. Resistí la tentación de añadir un par de cucharones más de harina porque en Pan, Dulces y Otras Palabras explican perfectamente que son unas galletas más finas y de haberme pasado con la harina, hubieran quedado más duras.
La puse en un plato y lo dejé enfriar.
Cuando se haya enfriado un poco la masa empezamos a estirarla. Vamos a necesitar un poco de harina (menos de la que yo pensaba), un rodillo, papeles vegetal (o de hornear) y, si queremos que salgan perfectas, unos niveles, es decir unas tablitas de la misma altura para que el rodillo deje la masa a la misma altura (o un rodillo con niveles, claro).
Dividí la masa en dos partes para trabajar más cómodamente. Hay que estirarla siempre entre dos hojas de papel vegetal, primero porque es muchísimo más cómodo (no se pega ni a la mesa ni al rodillo) y segundo porque así es más fácil volver a meterla en la nevera.
Y es que, una vez estirada, tiene que estar otro rato en la nevera. Mientras más fría esté la masa, mejor se cortan las galletas. Sin punto de comparación. Y además si están frías cuando las metamos en el horno se deforman menos y quedan más bonitas. Por ejemplo, en la primera tanda que yo pensé que masa estaría suficientemente fría, corté la masa sin problema con un cortador circular.
Se retiran los trozos que sobran con cuidado, pero el problema es que para pasar las galletas a la bandeja del horno se deforman. Esta masa es muy blanda, por eso hay que enfriarla correctamente. La siguiente tanda la enfríe antes de cortarla, y no sólo queda mejor definida la silueta de la galleta, es que el cortador suele traerse la galleta al separarlo, con lo que es mucho más fácil pasarlo a la bandeja del horno.
En cualquier caso, hay que tener el horno precalentado a 180º, meter las galletas bien frías y hornearlas durante 10-14 minutos. Lo del tiempo es muy impreciso, lo siento, pero es que depende mucho de cada horno y del tamaño de las galletas. Yo hice de dos tamaños, las grandes de unos 11 cm de diámetro, estuvieron casi 15 minutos y las pequeñas (de unos 7 cm de diámetro) las dejé 11. Yo las saco cuando los bordes empiezan a tostarse, pero no mucho.
Una vez fuera del horno se dejan enfriar unos minutos y después se pasan a una rejilla para que terminen de enfriarse.
Guardé las galletas en una caja de lata y las decoré al día siguiente. Cogí todas las plantillas de TodoStencil, fondant, pegamento comestible y colorante en polvo.
¡A que son preciosas! |
Se coloca la plantilla. Es importante que se quede bien fija al fondant, si el fondant está bien bien amasado no hay problema pero si se queda un poco seco ya no se pega tan bien.
Con un pincel se aplica el colorante en polvo sobre la plantilla.
Rellenamos todos los huecos.
Se separa con cuidado la plantilla y se corta con el mismo cortador que la galleta. Para pegar el fondant a la galleta le puse un poco de pegamento comestible.
Cambiando los colores se consiguen combinaciones muy bonitas.
No voy a mentir, entre galleta y galleta, es algo entretenido. Como se me echó el tiempo encima (para no variar) acabé decorando con fondant texturizado, que es más rápido. De hecho algunas galletas acabaron sin decorar, pero aún así estaban deliciosas.
Desde aquí me gustaría agradecer a TodoStencil la amabilidad que han tenido realizando este sorteo y la rapidez en traerme las plantillas, me han encantado y seguro que las utilizaré a menudo.
Actualizo la entrada para incluir una fotografía que me acaban de facilitar:
¡Gracias Nunu! |
Te quedaron preciosas!!!! seguro que con glasa también harías arte.. pero en fondant lucen muy bien.. me encantan!! Besoss,
ResponderEliminarHan quedado estupendas, que bonitas. Deben de estar riquisimas. Besos
ResponderEliminarInteresante decoración!
ResponderEliminarHola!!! Que guays te han quedado, menudo trabajo. Te llevaría hacerlas unas cuantas horas, bsssss.
ResponderEliminarHola Silvia! Pues horas no, pero si que se lleva un ratito cada galleta. Pero creo que el resultado vale la pena.
EliminarUn beso
Precesiosas... Me encantan. Dan pena comerselas y todo.
ResponderEliminarQué bonitas! En realidad es sencillo con las plantillitas, pero quedan preciosas. Las galletitas solas estarían de muerte. Besos
ResponderEliminar¡Gracias Michi! Está mal que yo lo diga, pero si... estaban de muerte! Y eso que iba con miedito porque muchos adultos apartan el fondant de las tartas (los niños no), pero en las galletas no empalaga tanto
EliminarBesitos
quedan preciosas, pero qué paciéncia, bsts
ResponderEliminarHan quedado preciosas! Y tienen una pinta espectacular!
ResponderEliminarMuy bonitas. Me gustaria hacer unas 60 para una comunion con un molde de unos 11 cm, para cuanto me da con esta proporcion de masa?
ResponderEliminarGracias
Puessss, la verdad es que no sabría decirte... yo supongo que unas 15 o 20, pero francamente nunca he hecho galletas tan grandes y no sabría calcularlo bien.
EliminarUn saludo
Qusiera hacer galletas para la comunion de mi sobrino y empaquetarlas cada una con su bolsita y lazo. El fondant no podria sufir problemas al embolsar varios dias antes¿?
ResponderEliminarHola! No te preocupes por el fondant que bien empaquetado en su bolsita no corre ningún riesgo. El único problema con el fondant es la humedad.
EliminarUn saludo
Que buena pinta, tengo muchas ganas de probar a hacer estas galletas son tan vistosas, me hago seguidora de tu página por que voy a intentarlo con tu receta. Ya te contaré como me quedan un saludo! Entre cazuelas y fogones.
ResponderEliminarHola !!! preciosas las galletas !! me gustaria saber cuantas galletas salen con estas medidas...mi medidor es redondo y no pequeño ..como el tuyp..muchas gracias
ResponderEliminar¡Gracias, muy amable! No recuerdo bien cuantas galletas salieron porque utilicé dos tamaños de cortador, pero salen muchas. En una de las fotografías se ve la caja donde suelo guardarlas y te puedes hacer una idea.
EliminarY que diferencia hay entre margarina y mantequilla??? gracias
ResponderEliminarPues, además de el sabor (estas galletas tienen un sabor muy característico a mantequilla), también influye mucho la textura de la masa, no sé cómo se manejará con margarina, pero creo que como no se endurece al enfriarse, será más difícil de manejar.
EliminarMuchas gracias !!! las acabo de hacer y de textura y sabor perfecto...pero creo q el fallo ha sido el tiempo por no dejarlas más en el horno...y el rodillo y la medida de la galleta es muy importante..Poco a poco iré perfeccionando. muchas gracias por responder..y tus consejos
EliminarSe me habia olvidado decirte que la galleta se me rompia cuando las puse en la rejilla...:(
ResponderEliminar¡Opps! Cuanto lo siento! Lo más probable es que le falte un poco de tiempo de horno. Como recién hechas son muy frágiles, puedes dejarlas en la bandeja del horno cuando las saques y esperar 5 minutos antes de pasarlas a la rejilla. Espero que a la próxima te queden estupendas! Gracias por tus comentarios!
Eliminarmuchas gracias
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