Ayer acabó el cole de Paula y para celebrarlo los niños podían llevar algún postre para compartir, así que hace una semana que empecé con el proyecto que tenía en mente. La oportunidad era estupenda para hacer alguna tarta bonita para los niños y se me ocurrió que el tema podía ser la mascota de la clase, Freddie Frog.
Freddie Frog es una rana graciosisima con largas patas (digoooo ancas) que pasa cada fin de semana en casa de algún niño de la clase. También tiene un bonito álbum de recuerdos que los niños decoran con sus fotos y dibujos.
Para decorar el resto de la tarta, me fijé en las cosas que había por la clase, las cajas de piezas de Lego, las fichas, los lápices y en un ataque de osadía, me atreví a colocar incluso a las señoritas.
El interior de la tarta es un Madeira Sponge Cake relleno de ganaché de chocolate, la combinación estrella para un aula llena de niños. Pero como no puedo dejar pasar la oportunidad de experimentar, le añadí colores a los bizcochos para que quedara más alegre.
Para que no me pillara el toro (como me suele pasar), empecé con Freddie y los otros detalles casi una semana antes. Como quería que los brazos y patas de Freddie fuesen tan largos como en el original, utilicé Pasta de Goma de la marca Ballina.
Dejé patas y brazos secando bastante tiempo, apoyados sobre botes de levadura para que cogieran la forma.
Una vez secos (o eso creía yo) pegué las patas de Freddie y le puse palillos para que no perdieran la postura.
Como siempre voy con prisas, intenté respetar el secado de las patas antes de hacer nada más con Freddie, pero fui haciendo otras cosas, como las mariposas con un cortador estupendo que prácticamente las hace solo. Sólo hay que darle un poco de forma mientras se secan y no queden tan planas (con unos chocapic, por ejemplo... es lo que tenía más a mano).
Con un poco de Pasta de Goma marrón hice un rectángulo y dos cuadrados que serían la mesa y la silla.
Yo creo que la cabeza de Freddie me quedó muy bien.
Con restitos de fondant fui haciendo las cajas de lápices y de piezas de lego. Fui utilizando lo que tenía a mano, por ejemplo una boquilla para la forma de la caja de lápices, un cortador cuadrado para las de lego, churritos muy finitos de todos los colores para los lápices... Claro que mi hija está de lo más exigente: "Mamá! Pero si la caja de lego tiene agujeritos!" En fin...
Y como decía, con un cortador de muñeca hice la silueta de las tres señoritas que dan clase a Paula.
Mademoiselle Nadia suele llevar pantalón negro y peto verde. Tiene el pelo muy lacio y muy oscuro. La señorita Mari Angeles también tiene el pelo oscuro y muchas veces la he visto con bata (al menos en invierno, ahora hace demasiado calor). Miss Helen tiene el pelo rubio y rizado y a pesar de todo creo que es la quedó menos reconocible...
El problemilla es que al ver las siluetas, cuando sólo tenía hecha a Mlle Nadia, llegó Paula y me preguntó "¿Cual voy a ser yo?" ¡Glup! "Es queeeee, sólo pensaba hacer a las 3 señoritas....", "Pero mamaaaaa, yo también tengo que estar! Haciendo la fila, con los otros niños!"
Estamos buenos, ¡veintitantos niños haciendo una fila! Salí del paso añadiendo la figurita de Paula sentada a la mesa, pero sigo sin modelar demasiado bien, claro que a las tantas de las noche no estaba muy atenta a los detalles. Además, con las prisas, hice el dibujo de su vestido antes de que se secara y se me quedó llena de churretes. Afortunadamente, la niña se reconoció y quedó conforme.
Pero me estoy precipitando, antes de todo esto hicimos los bizcochos. Bueno, para ser exactos hice la masa de un MSC de 6 huevos y lo dividí en tres partes iguales. Paula eligió tres colores y me ayudó a teñirlos. Como me interesaba que quedaran con la misma altura, pesé la masa total y la dividí en tres cuencos con el mismo peso.
Mi idea era copiar el diseño de algunas tartas que he visto en la página de Wilton. Sé que venden un molde especial para hacer esto mismo, pero no le vi ninguna dificultad a hacerlo a mano. Primero hay que nivelar bien los bizcochos para que estén todos igualados.
Después los puse uno encima del otro y con dos cortadores con forma de círculo los coloqué lo más centrados posible. Primero el menor y marqué la posición con 4 brochetas para que marcara a todos los bizcochos.
Luego el mayor y también lo marqué con las brochetas.
Después quité las brochetas y separé los bizcochos, pero los agujeritos me ayudaron a cortar los círculos en la misma posición. Para montar la tarta fui reconstruyendo las capas, pero intercalando colores.
Y entre capa y capa, bañito de almibar y relleno de ganaché de chocolate (la receta está en la Tarta de Rayo McQueen).
Para cubrir la tarta aproveché un poquito de crema de mantequilla que sobró de los cupcakes, con sabor a fresa que combinaba muy bien.
Para cubrir la tarta, le pedí ayuda a Paula, y con la diplomacia que le caracteriza, me sugirió que debía utilizar rosa y azul para cubrirla, porque son los colores favoritos de niños y niñas (no hay que olvidar que tiene 5 años...).
A pesar de todas las advertencias sobre el fondant y la nevera, me daba un poco de reparo dejar la tarta toda la noche al calor, porque en Sevilla incluso de noche hace mucho calor, así que me atreví a guardarla en la nevera. Que conste que la apuesta no era demasiado arriesgada, algunos trozos que han sobrado de otras tartas han pasado por la nevera y no noté ningún desastre. He leído que con las No-frost no hay peligro.
Ya sólo queda colocar los detalles. Ni os cuento el disgusto que me llevé cuando pensé que Freddie estaba ya seco, sequísimo y lo cambié de postura (todavía no entiendo porqué lo cambié de postura). A los pocos minutos se habían roto patas y brazos....
Ains, qué pena! No se me saltaron las lagrimas porque soy muy consciente de las cosas que realmente importan en esta vida, pero reconozco que me faltó un pelo. La buena de Paula, que me vería la cara, me dijo inmediatamente que me estaba quedando todo precioso...
En fin, las apañé con un poco de fondant y glasa, pero se veían las cicatrices...
Como os comentaba antes, me guié por las cosas que he visto en la clase y las fichas que han estado haciendo los niños el último trimestre.
El ciclo de las mariposas:
La selva:
Y por supuesto, las letras y formas:
También aparecen las fichas de lego, los auto-retratos de los niños....
Y claro, Paula sentadita en la silla con sus dibujos (le encanta dibujar), y sus fichas de escritura. Ah! No se si lo he comentado, pero la clase es la de 2º C.
Fue encantador llegar a la clase y tener a 20 niños pegando botes alrededor mía, gritando "La tarta, la tarta!!!"
La señorita tuvo el detalle de quedarse con mi cámara para que podáis ver el corte, que para lo fácil que es, quedó de lo más resultón:
Ah! Casi se me olvida enseñaros el muñeco original. Como podéis ver, cuando pasó con nosotros el fin de semana, también lo pusimos a cocinar!
Para que no me pillara el toro (como me suele pasar), empecé con Freddie y los otros detalles casi una semana antes. Como quería que los brazos y patas de Freddie fuesen tan largos como en el original, utilicé Pasta de Goma de la marca Ballina.
Dejé patas y brazos secando bastante tiempo, apoyados sobre botes de levadura para que cogieran la forma.
Una vez secos (o eso creía yo) pegué las patas de Freddie y le puse palillos para que no perdieran la postura.
Como siempre voy con prisas, intenté respetar el secado de las patas antes de hacer nada más con Freddie, pero fui haciendo otras cosas, como las mariposas con un cortador estupendo que prácticamente las hace solo. Sólo hay que darle un poco de forma mientras se secan y no queden tan planas (con unos chocapic, por ejemplo... es lo que tenía más a mano).
Con un poco de Pasta de Goma marrón hice un rectángulo y dos cuadrados que serían la mesa y la silla.
Yo creo que la cabeza de Freddie me quedó muy bien.
Con restitos de fondant fui haciendo las cajas de lápices y de piezas de lego. Fui utilizando lo que tenía a mano, por ejemplo una boquilla para la forma de la caja de lápices, un cortador cuadrado para las de lego, churritos muy finitos de todos los colores para los lápices... Claro que mi hija está de lo más exigente: "Mamá! Pero si la caja de lego tiene agujeritos!" En fin...
Y como decía, con un cortador de muñeca hice la silueta de las tres señoritas que dan clase a Paula.
Mademoiselle Nadia suele llevar pantalón negro y peto verde. Tiene el pelo muy lacio y muy oscuro. La señorita Mari Angeles también tiene el pelo oscuro y muchas veces la he visto con bata (al menos en invierno, ahora hace demasiado calor). Miss Helen tiene el pelo rubio y rizado y a pesar de todo creo que es la quedó menos reconocible...
El problemilla es que al ver las siluetas, cuando sólo tenía hecha a Mlle Nadia, llegó Paula y me preguntó "¿Cual voy a ser yo?" ¡Glup! "Es queeeee, sólo pensaba hacer a las 3 señoritas....", "Pero mamaaaaa, yo también tengo que estar! Haciendo la fila, con los otros niños!"
Estamos buenos, ¡veintitantos niños haciendo una fila! Salí del paso añadiendo la figurita de Paula sentada a la mesa, pero sigo sin modelar demasiado bien, claro que a las tantas de las noche no estaba muy atenta a los detalles. Además, con las prisas, hice el dibujo de su vestido antes de que se secara y se me quedó llena de churretes. Afortunadamente, la niña se reconoció y quedó conforme.
Pero me estoy precipitando, antes de todo esto hicimos los bizcochos. Bueno, para ser exactos hice la masa de un MSC de 6 huevos y lo dividí en tres partes iguales. Paula eligió tres colores y me ayudó a teñirlos. Como me interesaba que quedaran con la misma altura, pesé la masa total y la dividí en tres cuencos con el mismo peso.
Mi idea era copiar el diseño de algunas tartas que he visto en la página de Wilton. Sé que venden un molde especial para hacer esto mismo, pero no le vi ninguna dificultad a hacerlo a mano. Primero hay que nivelar bien los bizcochos para que estén todos igualados.
Después los puse uno encima del otro y con dos cortadores con forma de círculo los coloqué lo más centrados posible. Primero el menor y marqué la posición con 4 brochetas para que marcara a todos los bizcochos.
Luego el mayor y también lo marqué con las brochetas.
Después quité las brochetas y separé los bizcochos, pero los agujeritos me ayudaron a cortar los círculos en la misma posición. Para montar la tarta fui reconstruyendo las capas, pero intercalando colores.
Y entre capa y capa, bañito de almibar y relleno de ganaché de chocolate (la receta está en la Tarta de Rayo McQueen).
Para cubrir la tarta aproveché un poquito de crema de mantequilla que sobró de los cupcakes, con sabor a fresa que combinaba muy bien.
Para cubrir la tarta, le pedí ayuda a Paula, y con la diplomacia que le caracteriza, me sugirió que debía utilizar rosa y azul para cubrirla, porque son los colores favoritos de niños y niñas (no hay que olvidar que tiene 5 años...).
Para el fondant volví a repetir la receta de Pan, Dulces y Otras Palabras, porque siempre funciona, aunque esta vez le añadí un poco más de glicerina, a ver si así no se secaba tan deprisa. En efecto tenía una textura más manejable, aunque me dio la impresión que se rompía con más facilidad al moverlo. Tengo que seguir ensayando.
Ya sólo queda colocar los detalles. Ni os cuento el disgusto que me llevé cuando pensé que Freddie estaba ya seco, sequísimo y lo cambié de postura (todavía no entiendo porqué lo cambié de postura). A los pocos minutos se habían roto patas y brazos....
Ains, qué pena! No se me saltaron las lagrimas porque soy muy consciente de las cosas que realmente importan en esta vida, pero reconozco que me faltó un pelo. La buena de Paula, que me vería la cara, me dijo inmediatamente que me estaba quedando todo precioso...
En fin, las apañé con un poco de fondant y glasa, pero se veían las cicatrices...
Como os comentaba antes, me guié por las cosas que he visto en la clase y las fichas que han estado haciendo los niños el último trimestre.
El ciclo de las mariposas:
La selva:
Y por supuesto, las letras y formas:
También aparecen las fichas de lego, los auto-retratos de los niños....
Y claro, Paula sentadita en la silla con sus dibujos (le encanta dibujar), y sus fichas de escritura. Ah! No se si lo he comentado, pero la clase es la de 2º C.
Fue encantador llegar a la clase y tener a 20 niños pegando botes alrededor mía, gritando "La tarta, la tarta!!!"
La señorita tuvo el detalle de quedarse con mi cámara para que podáis ver el corte, que para lo fácil que es, quedó de lo más resultón:
Ah! Casi se me olvida enseñaros el muñeco original. Como podéis ver, cuando pasó con nosotros el fin de semana, también lo pusimos a cocinar!
Una mini pizza para darle la bienvenida a Freddie. |
ME A ENCANTADO LA TARTA Y LA HISTORIA!!!MENUDO CURRO HAS TENIDO!!!YA SE SABE Q LOS NIÑOS SON MUY EXIGENTES!!!PERO SEGURO QUE LES ENCANTO VER A SU MASCOTA EN FORMA DE TARTA PARA COMERSELA!!!!OLEEEE POR TU TRABAJO.SALUDOS
ResponderEliminarROSA RIUS
¡Gracias Rosa!
ResponderEliminarEs cierto que me encantan este tipo de tartas! Permiten hacer casi todo lo que puedas imaginar y sorprenden a todo el mundo.
Es una preciosidad y la ocasión merecía la pechá de trbajar que te has pegado sólo por ver la cara de los peques, un bsín
ResponderEliminarhola acabo de descubrir tu blog con tu permiso me kedo en el un saludo ;)
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