Aprendiz de Repostera: Tarta Hombre de Jengibre

Hoy es el último día de colegio antes de las fiestas de Navidad y como todos los años, las niñas están celebrando una pequeña fiesta en sus clases. Aprovechando que se puede llevar desayunos para compartir, he hecho un par de cositas para que disfruten con sus amigos, como esta tarta con forma de hombre de jengibre y unos bombones de dos chocolates para la clase de Andrea.

He utilizado los moldes para bizcocho y bombones (este que me mandaron hace unos días y este que ya tenía desde hace tiempo) de Silikomart, con un resultado estupendo como siempre.

Para el bizcocho me pareció que lo más lógico era darle un toque de jengibre, así que busqué una receta de Bakemania en la utilizaban un poco de preparado para galletas Speculoos, una mezcla que tiene jengibre y canela entre otras especias. No tenía alguno de los ingredientes, así que he adaptado la receta del bizcocho cuatro cuartos con un toque de ese preparado.

Ingredientes:

125 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
2 huevos a temperatura ambiente
125 gr de harina.
125 gr de azúcar moreno.
Una cucharadita de levadura en polvo
Un cuarto de cucharadita de preparado para galletas Speculoos.

El preparado se puede comprar en las tiendas especializadas en repostería, es el bote que aparece en la fotografía, detrás del azúcar. Se podría sustituir por una pizca de jengibre en polvo. También se podría sustituir el azúcar moreno por azúcar blanca, pero me pareció que quedaría bien con las especias.

Comenzamos calentando el horno a 175º, y mientras se calienta preparamos la masa del bizcocho.

Se tamizan la harina con la levadura y las especias. Se bate la mantequilla con el azúcar durante 3 o 4 minutos hasta que aumente de volumen.

Se añaden los huevos de uno en uno, sin añadir el segundo hasta que el primero esté completamente integrado en la masa.

Por último se añade la harina con las especies en un par de tandas, sin batir demasiado, tan solo lo justo para que se integre la harina.

Queda una masa algo espesa, de color tostado y con un aroma delicioso. Al ser un molde de silicona (de los buenos) no hace falta engrasarlo.

Estuvo en el horno unos 30º, hasta que la brocheta salió limpia.

Pasados unos minutos ya se puede desmoldar sobre una rejilla para que se enfríe completamente.

Si queréis más información sobre cómo hacer un bizcocho, puede que os interese esta entrada o esta otra.

Una vez que está completamente frío, lo decoré con un poco de glasa real. Tan sólo hay que seguir las marcas del molde con una boquilla grandecita.

Unas grajeas de chocolate como ojos y botones y queda estupendo.

El disfraz de Andrea es de arbolito de navidad, así que se me ocurrió que sería divertido que fuera con unas cajitas de regalo colgadas para que ella pudiera dárselas a sus amigos. Y para rellenar las cajitas, nada mejor que unos bombones y así podía estrenar el molde con motivos navideños.

Puestos a estrenar, también tenía muchas ganas de probar un chocolate que me enviaron de Chocolates Valor y que me ha parecido estupendo, se funde con facilidad pero lo mejor es que se enfría y vuelve a cuajarse también con mucha facilidad.

Para que hubiera un poco de contraste, empecé con un poco de chocolate blanco. Se puede fundir al baño maría o con el microondas, pero con muchísimo cuidado de removerlo cada 20 o 30 segundos para que no se queme ya que es todavía más delicado que el chocolate negro. Se pone un poco de chocolate en las cavidades del molde.

Para distribuirlo bien y que las posibles burbujas suban a la superficie, se deja caer sobre la encimera dos o tres veces.

Lo dejé enfriar y cuando volvió a endurecerse lo completé con chocolate negro (o con leche, si se prefiere). Cuando se enfrían se pueden desmoldar sin ningún problema.