jueves, 9 de diciembre de 2010

Goffres

  Los goffres son una merienda habitual en casa de mis padres (donde comemos toda la familia cada sábado). Les gusta a niños y mayores y se pueden servir con todo tipo de cosas (azúcar, mermelada, caramelo, miel, nocilla....). Deliciosos.



  El único inconveniente es que hay que tener una máquina especial para hacer goffres, aunque ya no son tan difíciles de encontrar. La de mi madre debe tener unos 20 años de cuando no se encontraban por ninguna parte, pero la compró en un viaje a no se donde y todavía funciona mucho mejor que la mía (que me compré en una oferta del Lidl).

  La receta que os propongo es la que he hecho siempre y supongo que vendría con la propia máquina. Recuerdo que tuve que pedirle a un amigo alemán que la tradujera así que la apunté y perdí la referencia.


Ingredientes (para unos 12 goffres)
  • 150 gr de mantequilla.
  • 200 gr de harina.
  • 250 ml. de leche.
  • 3 huevos
  • 2 cucharadas de azúcar avainillada.
  • Canela en polvo. 
  
  Se mezcla la mantequilla con el azúcar avainillada y mientras se pone la leche con un poco de canela en polvo un minuto en el microondas para que quede templada.



  Se incorporan las yemas a la mantequilla y se mezcla bien. 




  Se añade la harina y la leche poco a poco para que la mezcla sea homogénea y sin grumos.

Masa antes de añadir las claras
  Antes de montar las claras se conecta la máquina e goffres para que se vaya calentado. Para que las claras queden más duras, yo les pongo una gota de vinagre. Se sabe que están montadas cuando están firmes y quedan picos al pasar las varillas (también se puede poner el molde boca abajo y no se caen). 




  El siguiente paso es mezclar las claras con la masa, aunque hay que hacerlo con movimientos suaves para que no se bajen las claras. De hecho yo no suelo mezclar las masas demasiado, y dejo pequeños grumos de claras.


  Antes de poner la masa en la máquina hay que ponerle un poco de mantequilla. Para eso vienen muy bien los pinceles de silicona, con los que se puede poner una ligera capa de mantequilla sin riesgo de quemarse. Cuando no tenía los pinceles, lo que yo solía hacer era coger un buen trozo de papel de cocina lo suficientemente grande para que me sirviera lo mismo que ahora el pincel, porque así se distribuye mejor la mantequilla entre los huecos de la máquina y además me daba miedo de rayarla con cualquier otro utensilio.


  El resto del trabajo lo hace la máquina, la única precaución que tengo es coger los goffres con un cuchillo de untar mantequilla (sin filo, para que no se raye) y muchisimo cuidado.



La máquina de Goffres
  Hoy no he tenido ninguno de mis ayudantes habituales (hijas o sobrinos de todas las edades), pero normalmente me ayudan a pesar los ingredientes o mezclarlos con lo que también es una opción interesante para cocinar con niños.

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