La primera vez que vi una tarta vertical me quedé absolutamente impresionada. Fue un curso que se anunciaba de Natalia da Silva y que lamentablemente no pude asistir, aunque me hubiera encantado ya que estuvo por aquí. También me encantaría poder asistir a cualquiera de los cursos de estructuras de Puckycakes, pero por ahora tampoco lo tengo nada fácil.
Para hacer la tarta de cumpleaños de mis niñas tuve dudas hasta casi el último momento, porque soy muy consciente que hace falta algo más que buena voluntad y mis nociones de bricolaje o de arquitectura para montar una estructura que aguantara el peso de la tarta son absolutamente nulas. Pero me lié la manta a la cabeza y aunque no quedó perfecta (se inclinaba demasiado) al menos aguantó todo el día en su sitio.
Obviamente no se me ocurrió sin más, como no tenía ni idea de cómo se consiguen las maravillas que veo en muchos sitios, me puse a investigar y encontré algunos blogs donde daban datos, o mejor dicho, imágenes bastante precisas. El primero que encontré me encantó, es un tutorial extraordinario, justo lo que yo pretendía hacer y probablemente el mejor de mis hallazgos. Se ve que es una estructura firme y perfectamente sólida, sin embargo no he sido capaz de encontrar en las ferreterías las piezas que se utilizan y cuando he intentado describirlas se me han quedado mirando con cara de pez, así que es posible que no haya buscado en el sitio correcto.
En este otro tutorial para hacer una tarta con forma de Olaf, dan un método más sencillo aunque creo que requiere más simetría en lo que se sujeta para que no se desestabilice. Y por último, también me ayudó en algunos detalles este otro tutorial para hacer una tarta con forma de taza de te con jarra de leche incluida.
No encontré ningún tutorial en español, y tampoco pretendo que esta entrada lo sea. Tan sólo me gustaría comentaros los materiales que utilicé, las cosas que se me ocurrieron y los fallos que cometí, para que si os animáis a intentarlo ya tengáis algún dato y algunas sugerencias.
Esta vez los ingredientes nada tienen que ver con la comida, pero os pongo la lista de materiales que utilicé. Disculpadme si no doy el nombre correcto de los materiales, pero lo dicho, la ferretería es un hobby que me viene grande.
Ingredientes:
El trompo, broca y pistola de silicona los tenía desde hace tiempo. La madera para la base la compré en Leroy Merlin, era una tabla de unos 30x60 cm (si no recuerdo mal) que pedí que me cortaran por la mitad. La varilla con rosca la vi en Bricodepot, pero era de un metro de largo y no me ofrecían nada para cortarla. La volví a encontrar en una ferretería de barrio, que me hicieron el "favor" de cortarla por la mitad (cobrando el triple). En cualquier caso quedó demasiado larga, los 50 cm eran demasiados y creo que es uno de los motivos por los que se inclinaba más de la cuenta. Si tuviera que hacer otra tarta parecida a esta, me buscaría la forma de cortarla a la medida que me interese.
La tabla de cocina rota la utilicé de mártir (esas tardes viendo Bricomanía si que me han servido de algo). Como no tengo mesa de trabajo ni nada parecido, se pone debajo de la tabla que se va a taladrar para que la broca no rompa lo que tenemos debajo.
Se pone el taladro completamente vertical, y enseguida tenemos el agujero en nuestra tabla y una mella en el mártir.
El alambre era de 6 mm y como no tengo broca de 6, utilicé una de 5 mm. No pasa nada porque la varilla tiene una forma de rosca, como un tornillo enorme y pudo atravesar la madera y así quedó muy justo y bastante firme.
También hay que hacer un agujero al plato de presentación, aunque tened en cuenta que está hecho con una especie de cartón y el agujero es menos limpio.
Uno de los fallos que cometí (que se combinó con la longitud excesiva del alambre) es que me pasé de guay: diseñé la posición de la varilla descentrada tanto en la base como en la altura. En la base no tenía problema, pero la nube si que debía haberla puesto centrada para darle más estabilidad.
Para sujetar la varilla a la base de tabla y también al plato de presentación, utilicé tuercas arriba y abajo que lo dejaban todo perfectamente sujeto, como había visto aquí.
Para que la tuerca que se ve en la fotografía no desestabilizara la base de madera, el truco es ponerle unas patitas (lo vi aquí, reconozco que a mi no se me ocurría). Como guardamos los tapones de las botellas de leche para reciclar, utilicé 4 como soporte porque eran la altura perfecta. Los pegué a la madera con la pistola de silicona.
La estructura tenía esta pinta.
Para que el soporte de la nube fuera un poco más estable y no estuviera apoyado sólo en una tuerca, lo único que se me ocurrió ponerle fueron unas arandelas.
Por supuesto forré la madera con papel de alumnio y la varilla que iba a estar en contacto con la tarta con pajitas, como eran un poco más pequeñas que la varilla, las corté a lo largo y puse dos enfrentadas en cada tramo de varilla.
Antes de seguir, quise comprobar si la nube aguantaría el peso de un bizcocho cubierto con fondant, así que puse un par de botes encima a ver qué pasaba.
Como parecía aguantar bien, me animé a seguir. Lo primero forrar la base con fondant. Para trabajar mejor, una vez colocado el fondant puse la tabla en altura para poder remeter los laterales.
Me pareció importante que nada de fondant estuviera en contacto con la madera, así que me aseguré de que sólo llegaba a la parte cubierta con papel de aluminio.
Quizás no se aprecia, pero marqué con una brocheta el agujero para que pasara la varilla.
También cubrí la base para tartas, aunque esta vez dejé mucho margen por los laterales.
El motivo es que estaba cubriendo la parte inferior de la base, lo que se vería por debajo (al menos lo que verían los niños). La parte superior, la que estaría en contacto con la tarta, quedó con los bordes cubiertos pero no toda la superficie.
Una vez preparada la tarta de la base, un bizcocho cuatro cuartos de vainilla calado con almibar, relleno y cubierto de ganache de chocolate, y cubierto con el mismo fondant de la base (como en montaje de una tarta decorada), lo coloqué encima lo más centrado posible.
Marqué el lugar con una brocheta.
Y me dispuse a poner la varilla. Supongo que si la varilla hubiera sido más pequeña, quizás debería haberla puesto al principio y encajar después el bizcocho, pero no se me ocurrió.
Una de las cosas que quería comprobar es que la casa y detalles que había hecho en pastillaje filipino se quedaban verticales y firmes. Dejé la casa-árbol toda la noche y después me arrepentí, la pestaña que quedaba dentro de la tarta se reblandeció un poco y casi que se rompe la tarta, pero no fue nada demasiado grave.
La tarta que formaba la nube era un madeira sponge cake de chocolate sencillo con relleno de crema de fresas y cubierto con ganache de chocolate (hubo quien pidió tres porciones, estaba delicioso). No lo coloqué en su sitio hasta el mismo día del cumpleaños, porque confieso que no las tenía todas conmigo y no quería arriesgarme a que se cayera todo el invento a mitad de la noche.
Para cubrir la varilla estiré tiras de los colores del arcoiris (que en la serie de dibujos parece que caiga desde las nubes como lluvia) y los coloqué alrededor.
Para disimular el borde de la nube hice un montón de churros de fondant que retorcí en los extremos para que parecieran remolinos de nube. En verdad me hubiera gustado poner más remolinos por toda la superficie de la nube, pero no quería cargarla con mucho peso.
Como comentaba en la entrada anterior, la otitis fulminante que se cogió la peque la tarde antes del cumple me dejó con poco tiempo para añadir detalles, pero tenía echas las figuras y las fui colocando en la base y la nube.
Y los detalles.
Me alegra decir que las niñas quedaron encantadas, me había pasado un mes diciéndoles que sería "imposible" hacer todas las figuras y desde luego no se esperaban la estructura con la nube de Rainbow Dash. La tarta le gustó a todo el mundo, y los niños estaban encantados con las figuras... demasiado, durante un segundo me agobié un poco antes de cortar la tarta porque TODOS querían una, y lógicamente no había para todos.
Además de la tarta, había napolitanas de nocilla y napolitanas de manzana, un bizcocho bundt de chocolate delicioso que cubrí con una tableta de chocolate con leche derretido y estaba para morir, mouse de chocolate y mouse de limón y por supuesto no podían faltar las cookies que son las favoritas de Andrea.
Además, gracias a mi hermana, tuvimos incluso globos con helio que causaron sensación!
Para hacer la tarta de cumpleaños de mis niñas tuve dudas hasta casi el último momento, porque soy muy consciente que hace falta algo más que buena voluntad y mis nociones de bricolaje o de arquitectura para montar una estructura que aguantara el peso de la tarta son absolutamente nulas. Pero me lié la manta a la cabeza y aunque no quedó perfecta (se inclinaba demasiado) al menos aguantó todo el día en su sitio.
Obviamente no se me ocurrió sin más, como no tenía ni idea de cómo se consiguen las maravillas que veo en muchos sitios, me puse a investigar y encontré algunos blogs donde daban datos, o mejor dicho, imágenes bastante precisas. El primero que encontré me encantó, es un tutorial extraordinario, justo lo que yo pretendía hacer y probablemente el mejor de mis hallazgos. Se ve que es una estructura firme y perfectamente sólida, sin embargo no he sido capaz de encontrar en las ferreterías las piezas que se utilizan y cuando he intentado describirlas se me han quedado mirando con cara de pez, así que es posible que no haya buscado en el sitio correcto.
En este otro tutorial para hacer una tarta con forma de Olaf, dan un método más sencillo aunque creo que requiere más simetría en lo que se sujeta para que no se desestabilice. Y por último, también me ayudó en algunos detalles este otro tutorial para hacer una tarta con forma de taza de te con jarra de leche incluida.
No encontré ningún tutorial en español, y tampoco pretendo que esta entrada lo sea. Tan sólo me gustaría comentaros los materiales que utilicé, las cosas que se me ocurrieron y los fallos que cometí, para que si os animáis a intentarlo ya tengáis algún dato y algunas sugerencias.
Esta vez los ingredientes nada tienen que ver con la comida, pero os pongo la lista de materiales que utilicé. Disculpadme si no doy el nombre correcto de los materiales, pero lo dicho, la ferretería es un hobby que me viene grande.
Ingredientes:
- Trompo con broca para madera del número 5.
- Pistola de silicona o pegamento caliente (aunque también podría utilizarse la silicona líquida)
- Madera de unos 16 mm de grosor para la base de la tarta.
- Plato de presentación de tartas de 1cm de altura.
- Varilla de metal con rosca de 6 mm
- Tuercas y arandelas
- Una tabla de cortar vieja (no es para la tarta, sólo para taladrar).
El trompo, broca y pistola de silicona los tenía desde hace tiempo. La madera para la base la compré en Leroy Merlin, era una tabla de unos 30x60 cm (si no recuerdo mal) que pedí que me cortaran por la mitad. La varilla con rosca la vi en Bricodepot, pero era de un metro de largo y no me ofrecían nada para cortarla. La volví a encontrar en una ferretería de barrio, que me hicieron el "favor" de cortarla por la mitad (cobrando el triple). En cualquier caso quedó demasiado larga, los 50 cm eran demasiados y creo que es uno de los motivos por los que se inclinaba más de la cuenta. Si tuviera que hacer otra tarta parecida a esta, me buscaría la forma de cortarla a la medida que me interese.
La tabla de cocina rota la utilicé de mártir (esas tardes viendo Bricomanía si que me han servido de algo). Como no tengo mesa de trabajo ni nada parecido, se pone debajo de la tabla que se va a taladrar para que la broca no rompa lo que tenemos debajo.
Se pone el taladro completamente vertical, y enseguida tenemos el agujero en nuestra tabla y una mella en el mártir.
El alambre era de 6 mm y como no tengo broca de 6, utilicé una de 5 mm. No pasa nada porque la varilla tiene una forma de rosca, como un tornillo enorme y pudo atravesar la madera y así quedó muy justo y bastante firme.
También hay que hacer un agujero al plato de presentación, aunque tened en cuenta que está hecho con una especie de cartón y el agujero es menos limpio.
Uno de los fallos que cometí (que se combinó con la longitud excesiva del alambre) es que me pasé de guay: diseñé la posición de la varilla descentrada tanto en la base como en la altura. En la base no tenía problema, pero la nube si que debía haberla puesto centrada para darle más estabilidad.
Para sujetar la varilla a la base de tabla y también al plato de presentación, utilicé tuercas arriba y abajo que lo dejaban todo perfectamente sujeto, como había visto aquí.
Para que la tuerca que se ve en la fotografía no desestabilizara la base de madera, el truco es ponerle unas patitas (lo vi aquí, reconozco que a mi no se me ocurría). Como guardamos los tapones de las botellas de leche para reciclar, utilicé 4 como soporte porque eran la altura perfecta. Los pegué a la madera con la pistola de silicona.
La estructura tenía esta pinta.
Para que el soporte de la nube fuera un poco más estable y no estuviera apoyado sólo en una tuerca, lo único que se me ocurrió ponerle fueron unas arandelas.
Por supuesto forré la madera con papel de alumnio y la varilla que iba a estar en contacto con la tarta con pajitas, como eran un poco más pequeñas que la varilla, las corté a lo largo y puse dos enfrentadas en cada tramo de varilla.
Antes de seguir, quise comprobar si la nube aguantaría el peso de un bizcocho cubierto con fondant, así que puse un par de botes encima a ver qué pasaba.
Como parecía aguantar bien, me animé a seguir. Lo primero forrar la base con fondant. Para trabajar mejor, una vez colocado el fondant puse la tabla en altura para poder remeter los laterales.
Me pareció importante que nada de fondant estuviera en contacto con la madera, así que me aseguré de que sólo llegaba a la parte cubierta con papel de aluminio.
Quizás no se aprecia, pero marqué con una brocheta el agujero para que pasara la varilla.
También cubrí la base para tartas, aunque esta vez dejé mucho margen por los laterales.
El motivo es que estaba cubriendo la parte inferior de la base, lo que se vería por debajo (al menos lo que verían los niños). La parte superior, la que estaría en contacto con la tarta, quedó con los bordes cubiertos pero no toda la superficie.
Una vez preparada la tarta de la base, un bizcocho cuatro cuartos de vainilla calado con almibar, relleno y cubierto de ganache de chocolate, y cubierto con el mismo fondant de la base (como en montaje de una tarta decorada), lo coloqué encima lo más centrado posible.
Marqué el lugar con una brocheta.
Y me dispuse a poner la varilla. Supongo que si la varilla hubiera sido más pequeña, quizás debería haberla puesto al principio y encajar después el bizcocho, pero no se me ocurrió.
Una de las cosas que quería comprobar es que la casa y detalles que había hecho en pastillaje filipino se quedaban verticales y firmes. Dejé la casa-árbol toda la noche y después me arrepentí, la pestaña que quedaba dentro de la tarta se reblandeció un poco y casi que se rompe la tarta, pero no fue nada demasiado grave.
La tarta que formaba la nube era un madeira sponge cake de chocolate sencillo con relleno de crema de fresas y cubierto con ganache de chocolate (hubo quien pidió tres porciones, estaba delicioso). No lo coloqué en su sitio hasta el mismo día del cumpleaños, porque confieso que no las tenía todas conmigo y no quería arriesgarme a que se cayera todo el invento a mitad de la noche.
Para cubrir la varilla estiré tiras de los colores del arcoiris (que en la serie de dibujos parece que caiga desde las nubes como lluvia) y los coloqué alrededor.
Para disimular el borde de la nube hice un montón de churros de fondant que retorcí en los extremos para que parecieran remolinos de nube. En verdad me hubiera gustado poner más remolinos por toda la superficie de la nube, pero no quería cargarla con mucho peso.
Como comentaba en la entrada anterior, la otitis fulminante que se cogió la peque la tarde antes del cumple me dejó con poco tiempo para añadir detalles, pero tenía echas las figuras y las fui colocando en la base y la nube.
Y los detalles.
Me alegra decir que las niñas quedaron encantadas, me había pasado un mes diciéndoles que sería "imposible" hacer todas las figuras y desde luego no se esperaban la estructura con la nube de Rainbow Dash. La tarta le gustó a todo el mundo, y los niños estaban encantados con las figuras... demasiado, durante un segundo me agobié un poco antes de cortar la tarta porque TODOS querían una, y lógicamente no había para todos.
Además de la tarta, había napolitanas de nocilla y napolitanas de manzana, un bizcocho bundt de chocolate delicioso que cubrí con una tableta de chocolate con leche derretido y estaba para morir, mouse de chocolate y mouse de limón y por supuesto no podían faltar las cookies que son las favoritas de Andrea.
Además, gracias a mi hermana, tuvimos incluso globos con helio que causaron sensación!
No te hace falta ningún curso, la tarta se ve genial,ya me gustaría a mi poder hacerla.
ResponderEliminarBesos cris y Laura.
¡Gracias!!!
Eliminar