Galletas para el día de la Paz

  Desde hace una semana que en el colegio de las niñas están preparando todo tipo de actividades para celebrar el Día de la Paz (que fue ayer). Han contado cuentos, hecho manualidades y como última tarea, los deberes de ayer consistían en hacer algún trabajo o manualidad en casa. 

  No tardamos mucho en decidir que el trabajo de casa sería algo dulce y después de barajar varias opciones decidimos hacer mega-galletas para  que las niñas pudieran decorarlas con fondant.

  

  Las hemos llevado hoy al cole, y aunque todavía no sé qué le habrá parecido al profesor que ha mandado la tarea, a nosotras nos encantó hacerlas. 

  La idea de la mega-galleta fue surgiendo al ver que no teníamos mucho tiempo y mi cajón de cortadores está repleto de flores y personas pero no tengo nada relacionado con la Paz. Lo que nos pareció más sencillo era buscar una forma sencilla y que las niñas decoraran a su gusto.

  Menos mal que Paula me explicó la tarea cuando la recogí al medio día para comer, y así me dio tiempo de hacer la masa de las galletas mientras estaban en el colegio por la tarde. 

  Hice la misma masa que en esta entrada, que siempre tiene mucho éxito. La dividí en cuatro trozos que extendí entre dos papeles vegetales, procurando que tuvieran el tamaño del símbolo que acabábamos de imprimir.

  Cuando volvimos ya se habían enfriado lo suficiente para poder recortarlas con un cuchillo y hornearlas. Las puse en el horno de dos en dos y estuvieron 11 minutos.

  Mientras yo cortaba y horneaba, Paula preparaba la decoración. Con los cortadores de flores y unas bolitas de fondant, ¡cualquier niño puede hacerlo!

  Una cosa que se nos ocurrió sobre la marcha para darle color a las galletas fue hacer varios churros de fondant de distintos colores.

  Los enrollamos como un cordón y le pasamos el rodillo.

  Quedó curioso. En la siguiente fotografía hay dos tiras, en la de abajo es como queda sin más que pasar el rodillo. La de arriba es el resultado de coger cortar los bordes, volver a amasar los recortes (de cualquier manera) y volver a extender antes de que los colores se hayan mezclado del todo. 

   A Paula le gustó más la primera opción y decoró una galleta con este tipo de fondant multicolor.

  Ni que decir tiene que la pequeña, que ya se iba a la cama, nos vio trabajar y se apuntó inmediatamente.

  Tuvimos que dejarle una de las galletas, que también ha llevado esta mañana a su clase. La decoró ella sola, sin consultar ideas ni pedir opiniones. Estaba concentradísima.

  Lo que me gustó mucho es el resultado de mezclar varios recortes de distintos colores (que normalmente desecho) y extenderlos antes de que estén completamente integrados. Nos quedaron unas flores multicolor muy curiosas.

 Y este es el resultado de los deberes de ayer.

Esta es la de Andrea. Y sólo tiene 3 años!

  ¡Feliz día de la Paz! (con un poquito de retraso)

  ¡Ah! Me sobró algo de masa, que dejé tranquila en la nevera hasta tener algo más de tiempo. Ahora mismo está en el horno para cuando llegue mi Santo, que ayer se quedó apesumbrado por no poder probarlas