Es posible que esté un poco insistente con los frutos rojos, pero ahora están por todas partes y hay que aprovecharlos. Además, cuando me llegó este molde de Silikomart me pareció que un postre con distintas capas quedaría precioso y fui a comprar distintos frutos rojos a ver cómo quedaba.
Como todos los moldes de Silikomart, es muy sencillo de utilizar, se desmolda estupendamente y el diseño es precioso. Quería resaltar el dibujo de los triángulos y le puse una gelatina de arándanos rojos, una capa de panna cotta de nata para que contrastara con el rojo y otra capa de panna cotta pero de arándanos negros. Para decorar, una salsa de fresas. Quedó delicioso.
Ingredientes:
- 125 gr de arándanos rojos.
- 125 gr de arándanos negros.
- 200 gr de fresones.
- 700 ml de nata.
- 250 ml de leche.
- 12 hojas de gelatina.
- 300 gr de azúcar.
De los 300 gr de azúcar los dividí en 3 partes, 100 gr para la gelatina de arándanos rojos, 100 gr para una mermelada de arándanos negros y los otros 100 gr para la panna cotta.
Primero hice sendas mermeladas con los dos tipos de arándanos, con un poco de zumo de naranja.
Reconozco que me encanta lo de las mermeladas. Y también a Paula, que estuvo muy atenta al cambio de colores en la de arándanos negros y me ayudó a prepararlas.
En los dos casos las pasé por la Thermomix para que quedaran lo más fina posible, pero las semillas de los arándanos rojos son un poco más grandes y como iban a estar más destacados, la pasé por un colador para que no se notaran las semillas.
Utilicé 145 gr de mermelada de arándanos rojos. Como todavía estaba caliente, le añadí un par de hojas de gelatina previamente hidratadas y removí hasta que se disolvió.
El siguiente paso es poner la mezcla sobre los triángulos del molde con mucho cuidado.
Lo agité un poco y lo dejé caer sobre la encimera para que se asentara bien en el molde y rellenara todos los huecos. Lo metí en la nevera para que cuajara mientras hacía la panna cotta.
La panna cotta es muy sencilla de hacer, basta poner la nata, la leche y el azúcar (y un poco de esencia incolora de vainilla si se quiere) a calentar hasta que se disuelva el azúcar. Cuando empieza a hervir se retira del fuego y se añaden 10 hojas de gelatina previamente hidratadas en agua fría y bien escurridas.
La gelatina de arándanos rojos ya estaba cuajada, pero por si acaso, puse la panna cotta con muchísima delicadeza, cucharada a cucharada.
Sólo puse la mitad, porque a la otra mitad le añadí la mermelada de arándanos negros. En total fueron unos 460 gr para cada capa. Lo metí en el congelador para que se cuajara lo antes posible.
Al resto de la panna cotta le añadí la mermelada de arándanos negros.
En verdad queda de un color morado clarito. Le tuve que pasar la batidora porque habían quedado algunos grumos, pero no quise abusar porque empezó a hacer espuma y pensé que no quedaría igual.
En cuanto la primera capa se hubo cuajado (una hora aproximadamente en el congelador), añadí la segunda también con cuidado.
Otra vez al congelador, hasta que se cuaje. Estuvo unas dos horas. Para desmoldarlo simplemente estiré un poco el molde por todos lados.
No puede ser más fácil. Con cuidado se vuelca sobre una bandeja. Me encanta la forma que tiene.
Para terminar batí las fresas con un par de cucharadas de azúcar (la cantidad de azúcar puede variar mucho dependiendo de lo maduras que estén las fresas), también las pasé por un colador para que no se notaran las semillas y añadí la salsa por los laterales.
El corte quedó muy bonito.
El mismo día, utilicé también el preparado de Panna Cotta de Silikomart, y tengo que decir que nadie notó la diferencia. Como yo si era consciente, me pareció que el preparado quedaba menos firme, pero buenísimo de sabor.
En los dos casos las pasé por la Thermomix para que quedaran lo más fina posible, pero las semillas de los arándanos rojos son un poco más grandes y como iban a estar más destacados, la pasé por un colador para que no se notaran las semillas.
Utilicé 145 gr de mermelada de arándanos rojos. Como todavía estaba caliente, le añadí un par de hojas de gelatina previamente hidratadas y removí hasta que se disolvió.
El siguiente paso es poner la mezcla sobre los triángulos del molde con mucho cuidado.
Lo agité un poco y lo dejé caer sobre la encimera para que se asentara bien en el molde y rellenara todos los huecos. Lo metí en la nevera para que cuajara mientras hacía la panna cotta.
La panna cotta es muy sencilla de hacer, basta poner la nata, la leche y el azúcar (y un poco de esencia incolora de vainilla si se quiere) a calentar hasta que se disuelva el azúcar. Cuando empieza a hervir se retira del fuego y se añaden 10 hojas de gelatina previamente hidratadas en agua fría y bien escurridas.
La gelatina de arándanos rojos ya estaba cuajada, pero por si acaso, puse la panna cotta con muchísima delicadeza, cucharada a cucharada.
Sólo puse la mitad, porque a la otra mitad le añadí la mermelada de arándanos negros. En total fueron unos 460 gr para cada capa. Lo metí en el congelador para que se cuajara lo antes posible.
Al resto de la panna cotta le añadí la mermelada de arándanos negros.
En verdad queda de un color morado clarito. Le tuve que pasar la batidora porque habían quedado algunos grumos, pero no quise abusar porque empezó a hacer espuma y pensé que no quedaría igual.
En cuanto la primera capa se hubo cuajado (una hora aproximadamente en el congelador), añadí la segunda también con cuidado.
Otra vez al congelador, hasta que se cuaje. Estuvo unas dos horas. Para desmoldarlo simplemente estiré un poco el molde por todos lados.
No puede ser más fácil. Con cuidado se vuelca sobre una bandeja. Me encanta la forma que tiene.
Para terminar batí las fresas con un par de cucharadas de azúcar (la cantidad de azúcar puede variar mucho dependiendo de lo maduras que estén las fresas), también las pasé por un colador para que no se notaran las semillas y añadí la salsa por los laterales.
El corte quedó muy bonito.
El mismo día, utilicé también el preparado de Panna Cotta de Silikomart, y tengo que decir que nadie notó la diferencia. Como yo si era consciente, me pareció que el preparado quedaba menos firme, pero buenísimo de sabor.
El método es sencillísimo, basta con hervir un litro de leche y añadirle el sobre del preparado.
Se remueve bien para que no queden grumos y se pone en un molde grande o varios pequeños. Yo utilicé el molde Domme, también de Silikomart.
Hay que enfriarlo al menos 3 horas en la nevera y ya se puede desmoldar. También lo bañé con salsa de fresas y quedó muy bien.
El resultado un postre muy sencillo y resultón.
Se remueve bien para que no queden grumos y se pone en un molde grande o varios pequeños. Yo utilicé el molde Domme, también de Silikomart.
Hay que enfriarlo al menos 3 horas en la nevera y ya se puede desmoldar. También lo bañé con salsa de fresas y quedó muy bien.
El resultado un postre muy sencillo y resultón.
Qué bonita esta panacotta con esos colores tan primaverales =)
ResponderEliminarTenía que estar riquísima!
Un besote.
Un corte precioso el que tiene esta panna cotta, debe estar deliciosa!
ResponderEliminarUn beso de las chicas de Cocinando con Las Chachas
Me en-can-ta. Eltoque de la gelatina en triángulos es genial. No se me había ocurrido ^^
ResponderEliminarBesos