jueves, 6 de noviembre de 2014

Calabaza de Halloween

  Una vez más llego tarde pero sirva en mi defensa que justo el día de Halloween amanecí con una tremenda faringitis que me ha dejado una semana echa un trapo y todavía estoy recuperandome. 
  Pero mis hijas llevaban pensando en la fiesta de Halloween desde agosto, sin duda una de sus fiestas favoritas y no había faringitis bastante mala para que se quedaran sin fiesta.  Afortunadamente llevaba una semana preparando cosas y aunque algunas se quedaron en el tintero, las niñas pudieron celebrar Halloween con sus amigas y su Santo padre (yo estaba derretida en la cama).

  Una de las cosas que se me antojó al ver esta entrada es preparar una calabaza de Halloween. Me parecía una cosa muy complicada, pero un dibujo fácil se puede hacer en media hora. 



  Las calabazas para decorar se ven en todos los supermercados grandes unas semanas antes del 31 de octubre, al menos en Sevilla. Lo primero que hacemos es limpiar bien la superficie de la calabaza, coger un rotulador de pizarra blanca, de esos que se borran con facilidad y hacer un diseño.

  Ni que decir tiene que es demasiado tentador para las niñas que vinieron inmediatamente a "ayudar".


  Mi peque tiene mucha voluntad pero sus diseños son un poco... ajustados.


  Por eso es conveniente que el rotulador se pueda borrar fácilmente. Para un segundo diseño se quedó con la idea de que los ojos no podían estar tan juntos ni la boca tan pequeña. 



  La verdad es que daría bastante miedo. Accidentalmente la calabaza se "cayó" debajo del grifo de agua y aproveché para hacer un nuevo diseño más acorde a mis capacidades. 


  
  Le puse un trapo debajo para evitar que se moviera mucho y empecé a clavar el cuchillo. No es tan difícil como parece, sólo se necesita un buen cuchillo y algo de fuerza porque la cáscara está un poco dura.



  En unos pocos cortes ya estaba la parte superior. Inmediatamente vino Paula a ayudar también.


  El interior tiene una parte central con las semillas que hay que quitar.


  Por recomendación de mi hermana, que ya lleva muchas fiestas de Halloween, intenté quitar toda la carne posible. No es que fuera comestible (lo avisaba en una etiqueta) pero mientras más limpia se quede más tiempo dura. Probé con varias herramientas, y lo que más cómodo me resultó fue un saca-corazones de manzana, aunque la herramienta que sirve para sacar bolitas de melón o sandía también hubiera venido muy bien.


   Después empecé con los ojos y demás con un cuchillo pequeño. Paula quiso ayudarme, pero reconozco que no lo veía nada claro, hay que hacer bastante fuerza y me daba miedo que se hiciera algún corte. 


  Ante la duda, mejor ir quitando trocitos pequeños que es más sencillo.


  En un santiamen se terminan todos los cortes. 
  


Con una vela dentro queda genial.



  Por cierto, las semillas se pueden comer y están muy buenas. Encontré una página donde explica como prepararlas. Básicamente hay que limpiarlas muy bien y se recomienda tenerlas en agua con sal durante 8 horas o toda la noche. Se secan y se ponen en el horno bien extendidas. Yo las tuve un buen rato a 160º grados hasta que me di cuenta que la temperatura que recomendaban era 200º. El problema es que en apenas 10 minutos se me tostaron demasiado y quedaron amargas, pero tengo que repetir pronto.


  Feliz Halloween con retraso o con muuuucho adelanto.


1 comentario:

  1. Es un trabajón pero vale la pena, lástima que se estropeen, pero queda chulisima.

    Feliz finde!!!

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