Tarta Tiovivo

  Antes de nada quería desearos una Feliz Navidad y Muy Felices Fiestas, Prospero Año Nuevo y lo mejor para todos. 

  Yo he tenido muchísima suerte este año y he recibido varios regalos anticipados (y anoche otros tantos ¡muchísimas gracias!!!). Un de esos regalitos fue un mensaje de la empresa Silikomart, que han tenido la amabilidad de ofrecerme colaborar con ellos enviándome algunos moldes y material de repostería para probarlos y elaborar recetas con ellos. Para mi ha sido un placer, porque conozco la marca muy bien (tengo un montón de moldes suyos) y no tenía ninguna duda de que el resultado sería estupendo.

  He tenido que aguantar las ganas de hacer esta tarta inmediatamente, y esperé con paciencia a la fiesta de Navidad de Andrea para que pudieran disfrutarla los niños de su clase. 

  Lamento que las fotografías no sean mejores, pero es lo que tiene acabar en plena noche y salir a primera hora sin haber salido el sol. 

  El resultado se puede mejorar porque he tenido que improvisar un poquito, pero os puedo contar todos los pasos que he seguido y cómo creo que se solucionan los pequeños inconvenientes. 

  Todas las partes de la tarta se hacen fácilmente con los moldes que vienen en la caja de la nueva línea de moldes Wonder Cakes.

  También se incluyen instrucciones con recetas recomendadas para cada una de las partes, aunque reconozco que yo me decidí por las recetas que ya conozco y controlo y que os describo a continuación paso a paso.

  Lo primero que hice fue la base del tiovivo, con un bizcocho Madeira Sponge Cake.

Ingredientes para el bizcocho:

• 150 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
• 150 gr de azúcar.
• 3 huevos a temperatura ambiente.
• 225 gr de harina tamizada.
• 50 ml de leche.
• Una cucharadita de levadura en polvo tamizada con la harina.
• Una cucharadita de esencia o aroma al gusto (yo utilicé Princess de Lorann que tiene mucho éxito).

  Comenzamos encendiendo el horno a 170º y mientras se calienta, hacemos la masa. Empezamos batiendo la mantequilla con el azúcar, hasta que quede de un tono amarillo muy claro y el azúcar quede disuelto en la mantequilla. Yo lo tuve unos cinco minutos en la KitchenAid, pero también se puede utilizan unas varillas eléctricas. 

  Entonces añadimos los huevos ligeramente batidos de uno en uno, sin añadirlos hasta que el anterior se haya incorporado a la masa. Como es lógico la masa va quedando más líquida con cada huevo que añadimos, por ejemplo este es el aspecto que tiene la masa al añadir el primer huevo.

  Al añadir el tercer huevo le añado también la cucharadita de esencia.

  Y este es el aspecto con el que queda la masa, parece que se corta pero es normal.

  Se añade entonces la mitad de la harina tamizada y se bate hasta que esté integrada. 

  Yo me he acostumbrado a ponerle un poco de leche, aunque no estuviera en la receta original, pero así queda más jugoso. Añadimos la leche y parece que se vuelve a cortar la masa, pero sigue siendo normal.

  Al añadir el resto de la harina, se queda la masa perfecta. 

  Se vierte sobre el molde. Al ser el primer uso lo tenía engrasado con un poco de spray desmoldante (o mantequilla), pero no será necesario en los siguientes usos. 

  Con esta masa no tuve ningún problema porque es bastante espesa, pero si la masa fuese más líquida, o se utiliza el molde para otra cosa (una gelatina o un flan por ejemplo), es muy recomendable poner el molde sobre la rejilla del horno antes de verter la masa, porque al ser de silicona se deforma al manipularlo. 

  Yo lo puse sobre la rejilla unos 40 minutos, aunque siempre hay que revisar que está bien cocido pinchando con un palillo hasta que salga limpio. 

  Después de unos minutos se puede desmoldar y se deja enfriar en una rejilla. 

  Una vez hecho el bizcocho, empezamos con la masa de galletas para los pilares y el techo. 

Ingredientes para la masa de galleta.

• 250 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
• Un huevo grande a temperatura ambiente.
• 500 gr de harina tamizada.
• 250 gr de azúcar glas tamizada.
• Una cucharadita de aroma o esencia al gusto, yo puse la misma que el bizcocho, Princess de Lorann.

  Siempre me resulta curioso que con los mismos ingredientes (y los mismos pasos, ahora que lo pienso) pero en distintas proporciones se obtienen masas completamente distintas.

  Empezamos batiendo la mantequilla con el azúcar. Igual que con el bizcocho, yo lo puse en la KitchenAid, al principio al mínimo para que no se espolvorease el azúcar, pero cuando ya estaba integrada con la mantequilla fui subiendo un poco la velocidad hasta la posición 4 o 5 durante unos 5 minutos hasta que quedara esponjosa y de color más claro.

  Se añade el huevo ligeramente batido con el aroma y se bate hasta que quede integrado en la masa.

  Ya solo queda ir añadiendo la harina poco a poco, batiendo la masa hasta que quede todo integrado. 

   Al pasarlo a un bol aproveché para terminar de amasarlo un poco con las manos.

  La masa de las galletas se utiliza para los pilares y el techo, aunque yo también hice los lazos de adorno. 

 Como todavía no la había enfriado, la masa estaba blanda y se podía manejar bien.

  Para marcar aún más el dibujo y quitar el exceso de masa, le pase un rodillo.

  Y también puse la masa en la parte grande del tejado. Todavía me sobró un poco de masa que guardé por si se rompía algo (como en efecto ocurrió, tuve que repetir algún pilar).

  Puse todos los moldes en la nevera para que se enfriara la masa hasta el día siguiente, aunque bastan con un par de horas.

  Al día siguiente cocí las galletas. Precalenté el horno a 180º para los lazos, aunque lo bajé a 170º para los pilares y techo porque temía que se quemaran por los bordes quedando cruda por el centro.

  Empecé por los lazos para probar cómo se cocían fuera del molde.

 Los puse sobre sobre un papel vegetal fuera del molde. 

  Los hornee unos 12 minutos, hasta que los bordes empezaron a tostarse.

  Como sospechaba la masa de galleta se extendió un poco y se perdió algo del dibujo, así que los pilares los dejé dentro de los moldes. Los horneé 15 minutos.

  También crecieron pero el dibujo quedó mejor. Los dejé enfriar en una rejilla.

  Me di cuenta que la masa había crecido y se había salido un poco de los moldes, así que le quité un poco de masa a la parte del techo antes de meterla en el horno.

  El techo estuvo unos 20 minutos en el horno, porque tiene casi 2 dedos de grosor. Me alegré de haberle quitado algo de masa porque se hubiera desbordado.

  Dejé enfriar todas las partes hechas de galletas. 

 Hay que tener la precaución de dejar los pilares en una superficie completamente lisa, porque yo las puse sobre un plato bastante liso, pero con el lateral ligeramente curvado y se quedaron algo curvados. Una vez frías hice una prueba de montaje y me di cuenta del problemilla. Pero se sostenía, que es lo importante.

  La siguiente parte del tiovivo son los caballitos que hice con chocolate. Utilicé 200 gr de chocolate blanco y unos 100 gr de chocolate negro, aunque eso creo que es de las cosas que tendré que cambiar porque el chocolate blanco es demasiado blando y me di cuenta que era mejor poner más chocolate negro. 

  Empecé fundiendo el chocolate blanco. Lo troceo y lo pongo en el microondas a potencia baja medio minuto, remuevo y otro medio minuto. El tiempo total depende de la cantidad de chocolate, pero lo importante es no pasarse con el calor porque el chocolate blanco se funde con facilidad y se puede quemar si nos pasamos.

  También utilicé los colorantes para darle un toque de color a los caballitos. Los colorantes para chocolate son especiales, creo que están hechos a base de aceite y no de agua porque el chocolate se queda con grumos al añadirle agua.

  Hice varias mezclas (me cuesta hacer una tarta infantil sin colorines). Para cada color utilicé un cuenco pequeño con un poco de chocolate fundido, al que añadí una gota de colorante.

  Lo apliqué con cuidado con un pincel. La primera capa era de color naranja, casualmente igual que el molde así que no se nota mucho.

  Después añadí chocolate teñido de azul y de amarillo.

  Y rellené con chocolate blanco, aunque la próxima vez daré un toque de blanco y rellenaré con chocolate negro.

  Puse una capa de chocolate negro y creo que fue buena idea. Se deja enfriar para que se endurezca el chocolate, si es necesario se mete en la nevera, pero no me gusta dejar el chocolate mucho tiempo en el frío.

  Con todas las partes preparadas, empezamos con el montaje de la tarta. En general suelo cortar el bizcocho en capas para calarlo con almibar y rellenarlo, pero como era para una clase de niños de 3 años, no quería ponerselo más difícil a las señoritas, así que lo calé con ayuda de una jeringuilla y no lo rellené, sólo le puse una pequeña capa de nocilla para pegar el fondant.

 Extendí el fondant (amarillo que es el color preferido de Andrea) y lo cubrí con cuidado.

   Con un corte en cruz en el centro pude adaptar el fondant. No me importó que no quedara completamente cubierto porque dentro van los pilares y no se iba a ver.

  Para darle un toque más brillante puse un poco de colorante amarillo brillante de americolor en el aerógrafo, no sé si se notará bien en la fotografía, pero al cubrirlo con el colorante quedó brillante y super chulo.

  Para decorar los pilares utilicé un poco de glasa, con una clara de huevo y 250 gr de azúcar glas (podéis ver como se hace en la receta de galletas decoradas) aunque me quedó demasiado líquida y no era cómoda para decorar. De todas maneras tan sólo le puse un hilo para poder pegarle azúcar de colores.

  Tengo que confesar que los pilares me dieron un poco de trabajo. La masa de las galletas se había agrandado un poco y aunque estuve cortando los laterales con un cuchillo muy afilado no conseguí que cupieran bien en agujero central. También tenía un poco de miedo de que fueran a aguantar el peso del techo, así que finalmente puse cuatro de los pilares alrededor del círculo y el quinto, que no cabía, lo puse en el centro, oculto por los otros cuatro, para darle más estabilidad. Lo pegué todo con bastante glasa y lo dejé secar.

  La parte superior del techo la hice con el molde rellenando con chocolate negro y chocolate blanco y también los pegué con un poco de glasa. Para colocar los caballitos también utilicé glasa en la base y en la parte donde se encajan en el techo.

  Quizás está mal que yo lo diga, pero ¡me encanta cómo quedaron los caballitos! Mis terribles dotes de arquitecta me hicieron colocar el techo un poco inclinado y dos de los caballitos quedaron un poco altos. Les puse un pequeño soporte con una bolita de fondant para que no se rompieran.

  Ya quedan pocos detalles. El molde incluye unas formas para decorar el tejado, que yo hice de fondant y cada una de un color, no puedo evitarlo... una tarta infantil me pide un montón de colores.

  Y para darle un toque a los lados, extendí un poco de fondant rosa y corté 16 corazones para que formaran los lazos.

  Y el toque navideño, un poco de mini bolitas blancas y copos de nieve por encima pegados con una gotita de glasa.

  Este es el resultado final.

  Y más caballitos, es que me encantan.

  Las dos tartas que llevamos al cole para celebrar las fiestas.

  
  Creo que lo que mejor funciona para los moldes es el chocolate, aunque supongo eso obligaría a hacer la tarta en épocas frías, porque aquí en Sevilla no confiaría en hacer los pilares de chocolate en pleno verano. También creo que me pasé rellenando los moldes con la masa de galleta y por eso me dieron un poco más de trabajo, pero en la próxima ocasión los rellenaré un poco menos y creo que entonces quedará perfecto.

  Una vez más, os deseo felices fiestas y ¡muchas gracias por llegar hasta aquí!