Hace mucho que no publicaba ningún bizcocho, pero es que las niñas tienen muy claro cuales son sus recetas favoritas (que nunca faltan en el congelador, en porciones bien envueltas en film transparente y que nos solucionan más de una merienda). Sin embargo, hace unos días encontré de casualidad buttermilk en el supermercado, cuando ya casi había perdido la esperanza de encontrarlo, así que inmediatamente lo puse en la cesta de la compra y al llegar a casa busqué una nueva receta de bundt para probarlo.
Me fui directa a la página de The food Librarian que es una apuesta segura para encontrar buenas recetas de bizcochos y elegí esta porque me gusta la combinación de la canela y el chocolate (aunque adapté un poco las cantidades, porque tampoco me gusta pasarme con la canela).
Es un procedimiento diferente a las recetas que he probado hasta ahora, o al menos no recuerdo haber hecho ningún otro bizcocho sin batir la mantequilla con el azúcar o batir los huevos hasta que espumen, pero también quedó muy bueno, esponjoso y tierno y muy sencillo de hacer.
La receta original está en tazas, pero yo pesé los ingredientes para que resulte más cómodo al que no tenga las tazas de medir. De todas maneras, cambié un poco las cantidades y no puse tanta azúcar ni canela como en la receta original.
Ingredientes:
- 330 ml de agua (1 taza en la receta original).
- 130 gr de aceite de oliva virgen de sabor suave (1/2 taza en la receta original).
- 110 gr de mantequilla (1/2 taza en la receta original).
- 40 gr de cacao en polvo (5 cucharadas en la receta original).
- 375 gr de harina (2 tazas en la receta original).
- 400 gr de azúcar (2 tazas en la receta original).
- 1/2 cucharadita de sal.
- 1/2 cucharadita de canela en polvo (una y media en la receta original).
- 1 cucharadita de bicarbonato.
- 80 gr de buttermilk (1/2 taza en la receta original).
- 3 huevos (2 en la receta original).
Una vez probado el buttermilk "de verdad" reconozco que no encuentro muchas diferencias con el improvisado en casa, así que probablemente siga con el truco de añadir una cucharadita de vinagre en la leche y esperar a que se temple. La apariencia es la misma, como un yogurt muy líquido o leche cortada. Por cierto, lo encontré en Alcampo de Sevilla.
Comenzamos precalentando el horno a 175º. La elaboración de la masa es muy sencilla, así que podemos encenderlo incluso antes de empezar a pesar los ingredientes.
Se pone la mantequilla, el aceite y el cacao en polvo en un bol y se le añade el agua hirviendo. Se remueve un poco hasta que se disuelva la mantequilla y se quede el cacao bien mezclado y sin grumos.
En otro recipiente se tamizan juntos la harina, azúcar, bicarbonato, sal y canela.
Se vierte la mezcla anterior y se bate hasta que no queden grumos. Por cierto, yo antes hacía estas cosas con un tenedor o una cuchara y tengo que reconocer que las varillas que aparecen en la foto son mucho más cómodas sin lugar a dudas.
Se añade el buttermilk (o leche con vinagre) y se remueve.
Se añaden los huevos batidos y se remueve.
Y ya está. Se vierte la mezcla en un molde previamente engrasado y al horno, sobre la rejilla para que el aire pueda pasar por el agujero central.
La receta original recomienda unos 30 o 35 minutos, pero yo hice un 50% más de masa, así que lo tuve unos 50 minutos. De todas maneras el tiempo depende mucho del horno y siempre hay que pinchar con un palillo para comprobar que sale limpio.
Se deja enfriar unos minutos en el molde y después se desmolda sobre una rejilla para terminar de enfriarlo. En la receta original le añaden un poco de glasa que queda muy bien, pero como yo quería congelar las porciones me pareció más apropiado espolvorear un poco de azúcar glas sin más.
Para el que quiera hacer una glasa es muy sencillo, se ponen un par de cucharadas de azúcar glas en un recipiente y se añade una cucharadita de agua, se mezcla con paciencia y se consigue una pasta que es la glasa. Se puede aclarar un poco añadiendo más agua (pero a cucharaditas) o espesar añadiendo más azúcar glas, y simplemente se echa por encima del bizcocho cuando esté completamente frío.
Yo no pude resistir la tentación de hacerme un café para probarlo.
El toque de la canela queda muy bien, aunque no es excesivo y la miga es muy esponjosa a pesar de no haber batido ni mantequilla ni huevos.
Pensando en hacerlo porque tengo *casi* todo en casa... me falta buttermilk y bicarbonato...
ResponderEliminarEl bicarbonato lo cambio por levadura pero el buttermilk? leche con vinagre? qué proporción?
Tiene una pinta increíble y no se me había ocurrido congelarlo, pero tiene una consistencia muy buena para hacer porciones...
Me da rabia hacer un bizcocho y luego sentirme una bola por comérmelo antes de ponerse duro. Si lo congelo no me tengo que pegar el atracón ;-)
Hola!
EliminarPor el buttermilk no te preocupes que se puede sustituir fácilmente. A la medida de leche le añades una cucharadita de te de vinagre o zumo de limón (yo siempre uso vinagre por no abrir un limón) y lo dejas a temperatura ambiente. En unos 15 minutos se queda la leche cortada y ya está. Y si no te apetece, pues la leche sin más que tampoco pasa nada.
En algún sitio he leído que el resultado del bicarbonato no es exactamente el mismo que el de la levadura en polvo, pero siguiendo el dicho, a falta de pan, buenas son tortas y no creo que la diferencia sea tan escandalosa.
Y lo de congelarlo es una opción estupenda. Yo era muy reticente a congelar bizcochos porque pensaba que quedaría como el pan congelado, más chicloso o que perdería gracia, pero después de un par de pruebas (en las que nadie, NADIE) se dio cuenta de la congelación, ya siempre hago bizcochos enormes, los corto y tengo solucionadas meriendas y desayunos para imprevistos. Mucho mejor que comprar bollería y a las niñas les encanta!
Que maravilla de bizcocho... hace unas semanas preparé uno por primera vez con buttermilk, yo no sé exactamente que pasó pero me quedó apelmazado, tanto que lo tirabas sobre la mesa y hacía ruido, jajajaj... es verdad.
ResponderEliminarY eso que le puse un sobre de gasificante y 2 cucharadas de levadura. Pensé que sería por el buttermilk, pero si se te ocurre alguna idea de porqué me pudo ocurrir, me ayudarías mucho, que yo soy muy mala en la repostería.
FELIZ NAVIDAD!!!!!!!!!!
http://mibloguicodecocina.blogspot.com.es/
¡Gracias Mar!
EliminarNo sé qué pudo pasar con ese bizcocho... el buttermilk nunca me ha dado problemas, aunque nunca he hecho un bizcocho con gasificante (igual hacen una reacción rara). Quizás simplemente lo dejaste más tiempo del debido y quedó seco... La cuestión es experimentar!
Besos y felices fiestas!
...lunas
ResponderEliminarde miel
con luz
y mi piel
del contraluz
a Navidad
con paz
y felicidad
APRENDIZ DE REPOSTERA para tí...
desde mis Blogs Horas Rotas y Aula de Paz
venturoso AÑO 2013.
j.r.s.