Encontré esta receta por casualidad aunque me temo que no soy capaz de dar la referencia exacta, lamentablemente el blog de Denikatessen no tiene acceso libre y no puedo copiar el enlace. Es una delicia, como todas las recetas de este blog (lamento muchísimo no poder consultarlo).
Es muy sencillo de elaborar y al cocerse en el horno, la masa se separa por si sola en tres texturas diferentes (como el pastel inteligente), una capa de fino bizcocho, la parte central es suave como un sufflé y la superior queda como una crema de limón, recuerda al lemond curd, pero más delicada.
Ingredientes:
- 175 gr de azúcar blanco (separado en dos partes de 150 y 25 gr respectivamente)
- 45 gr de harina.
- Una cucharada de ralladura de limón.
- 240 ml de leche.
- 60 ml de zumón de limón.
- 4 huevos medianos.
- Un poco de mantequilla y azúcar para engrasar el molde.
Dupliqué las cantidades de la receta original porque era para una comida familiar y somos muchos.
Comenzamos calentando el horno a 165º, con un recipiente donde quepa nuestro molde para cocer el pudding al baño maría. El recipiente se llena hasta la mitad con agua hirviendo.
La receta está prevista para varios pudding individuales, aunque también se puede elaborar con un solo molde como en mi caso. Antes de empezar se engrasa con un poco de mantequilla y se espolvorea un pellizco de azúcar para desmoldarlo con facilidad.
En un bol se mezclan 150 gr de azúcar y la harina. Se añade la ralladura de limón y se frota con los dedos para que la ralladura de limón aromatice la mezcla de azúcar y harina.
En otro bol se mezcla la leche, con las yemas y el zumo de limón.
Reconozco que añadí el zumo de limón con un poco de respeto, por si se cortaba la leche, pero no se cortó, la mezcla quedó perfecta.
Por cierto, aprovecho para comentar un Truco que he aprendido en las recetas que utilizan mucho limón. Tengo unas varillas (las de la fotografía) de goma para este tipo de recetas porque con las varillas metálicas los postres tomaban un gusto raro.
Mientras se hace esta mezcla, puse las claras con el resto del azúcar (25 gr) en la KitchenAid para que las fuera batiendo a velocidad media. No hace falta que estén muy firmes, de hecho hay que dejarlas cuando formen picos suaves.
Añadimos la mezcla de ingredientes secos a la leche con las yemas y zumo, hasta que quede una mezcla fina y sin grumos. Fui añadiendo los ingredientes en tres tandas para que fuera más sencillo de integrar y no tuve ningún problema.
Por último hay que mezclar la crema con las claras montadas.
También es sencillo si se hace en varias tandas, mezclando con movimientos envolventes.
El resultado es como una espuma preciosa.
Me di cuenta tarde que el molde quedaba un poco justo, pero aún así me atreví a utilizarlo.
Y es que la crema crece en el horno, de forma casi inmediata empezó a subir, aunque tuve suerte y no se desbordó.
Tiene que estar unos 45-50 minutos en el horno, hasta que al pincharlo en la parte del bizcocho (la que está más arriba) el palillo salga limpio. La superficie se tostó un poco en los últimos minutos, pero no llegó a quemarse.
Quedó muy chulo al sacarlo del horno, aunque al enfriarse volvió a su volumen original y se perdió un poco el craquelado.
Una vez frío se puede desmoldar fácilmente.
Le puse unas frambuesas que tenía para que le diera un toque de color y porque me encanta la combinación de frambuesa y limón.
Es ligerísimo, con un sabor a limón delicado y delicioso. Nos encantó a todos.
Agradezco a Nika haber compartido durante años sus recetas y lo mucho que he aprendido de sus consejos.
Comenzamos calentando el horno a 165º, con un recipiente donde quepa nuestro molde para cocer el pudding al baño maría. El recipiente se llena hasta la mitad con agua hirviendo.
La receta está prevista para varios pudding individuales, aunque también se puede elaborar con un solo molde como en mi caso. Antes de empezar se engrasa con un poco de mantequilla y se espolvorea un pellizco de azúcar para desmoldarlo con facilidad.
En un bol se mezclan 150 gr de azúcar y la harina. Se añade la ralladura de limón y se frota con los dedos para que la ralladura de limón aromatice la mezcla de azúcar y harina.
En otro bol se mezcla la leche, con las yemas y el zumo de limón.
Reconozco que añadí el zumo de limón con un poco de respeto, por si se cortaba la leche, pero no se cortó, la mezcla quedó perfecta.
Por cierto, aprovecho para comentar un Truco que he aprendido en las recetas que utilizan mucho limón. Tengo unas varillas (las de la fotografía) de goma para este tipo de recetas porque con las varillas metálicas los postres tomaban un gusto raro.
Mientras se hace esta mezcla, puse las claras con el resto del azúcar (25 gr) en la KitchenAid para que las fuera batiendo a velocidad media. No hace falta que estén muy firmes, de hecho hay que dejarlas cuando formen picos suaves.
Añadimos la mezcla de ingredientes secos a la leche con las yemas y zumo, hasta que quede una mezcla fina y sin grumos. Fui añadiendo los ingredientes en tres tandas para que fuera más sencillo de integrar y no tuve ningún problema.
Por último hay que mezclar la crema con las claras montadas.
También es sencillo si se hace en varias tandas, mezclando con movimientos envolventes.
El resultado es como una espuma preciosa.
Me di cuenta tarde que el molde quedaba un poco justo, pero aún así me atreví a utilizarlo.
Y es que la crema crece en el horno, de forma casi inmediata empezó a subir, aunque tuve suerte y no se desbordó.
Tiene que estar unos 45-50 minutos en el horno, hasta que al pincharlo en la parte del bizcocho (la que está más arriba) el palillo salga limpio. La superficie se tostó un poco en los últimos minutos, pero no llegó a quemarse.
Quedó muy chulo al sacarlo del horno, aunque al enfriarse volvió a su volumen original y se perdió un poco el craquelado.
Una vez frío se puede desmoldar fácilmente.
Le puse unas frambuesas que tenía para que le diera un toque de color y porque me encanta la combinación de frambuesa y limón.
Es ligerísimo, con un sabor a limón delicado y delicioso. Nos encantó a todos.
Agradezco a Nika haber compartido durante años sus recetas y lo mucho que he aprendido de sus consejos.
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