Hacía tiempo que no tenía tanto éxito con una receta, así que he procurado escribirla lo antes posible. Es del libro El Gran Libro del Gourmet Chocolate, de Rosalba Gioffré.
Es una tarta sencilla, la superficie es ligeramente crujiente y con una textura muy suave en el interior. En la receta original está aromatizada con guindilla, pero he omitido ese ingrediente, o para ser más exactos, lo he cambiado por vainilla.
Ingredientes:
- 375 gr de chocolate de cobertura fondant.
- 300 gr de mantequilla.
- 120 gr de azúcar glas.
- 6 huevos.
- Una cucharada de pasta de vainilla.
- Cacao para decorar
- Natillas para acompañar.
La receta es sencilla, y se prepara bastante rápido. Yo he aumentado en un 50% las cantidades originales, porque la receta original es para 6 personas, y también tiene un trocito de guindilla fresca que he cambiado por la vainilla.
Encendemos el horno con calor arriba y abajo a 180º.
Encendemos el horno con calor arriba y abajo a 180º.
Se funde el chocolate al baño maría o a intervalos de 30 segundos en el microondas, a potencia media-baja. Cuando está a medio fundir, se añade la mantequilla cortada en trozos pequeños.
Cuando ya está fundido el chocolate se añade la pasta de vainilla. La mezcla queda bastante líquida (y con un olor irresistible). Se retira del fuego si lo hemos calentado al baño maría.
Cuando ya está fundido el chocolate se añade la pasta de vainilla. La mezcla queda bastante líquida (y con un olor irresistible). Se retira del fuego si lo hemos calentado al baño maría.
Si se opta por la guindilla, hay que calentarla junto con el chocolate, y retirarla cuando ya se haya fundido y mezclado con la mantequilla.
Se añade el azúcar glas, yo lo tamicé sobre la mezcla en tres tandas para que se incorporara todo bien.
Después se añaden las yemas, de una en una, removiendo la mezcla después de cada incorporación.
Se baten las claras a punto de nieve y se añaden a la mezcla anterior. Yo suelo añadir un buen cucharón de claras a la mezcla de chocolate y lo mezclo. Si la textura de la masa es más parecida a la de las claras a punto de nieve, se mezclan mejor.
Después añado la masa de chocolate al resto de las claras montadas, removiendo con delicadeza para que no se bajen demasiado, pero asegurando que se mezclan bien porque la masa es bastante líquida y tiende a quedarse en el fondo del bol.
Se vierte en un molde desmoldable previamente engrasado. En la receta original sugieren un molde de 22 cm, pero como yo aumenté las cantidades en un 50%, utilicé uno de 28 cm (no tenía nada intermedio).
Tiene que estar unos 25 o 30 minutos en el horno. Crece bastante, aunque afortunadamente no se desbordó. Para comprobar si está en su punto, hay que pinchar con un palillo en el centro y debe salir ligeramente húmedo, ya que no tiene que cocerse del todo.
Se deja enfriar un poco antes de quitarle el aro. La superficie se resquebrajó bastante, pero nadie se quejó.
Esta es una de esas recetas que agradecen mucho los moldes desmoldables que sirven también para presentar las tartas (la base sirve de plato cuando se quita el lateral) y es que moverla al plato para presentarla es asunto complicado de lo tierna que es. Afortunadamente tengo una pala extraordinaria que me facilitó la tarea.
Se puede espolvorear con cacao en polvo, yo lo hice aunque el color es tan parecido que no se aprecia. En el libro se sugiere acompañar con unas natillas y realmente combina estupendamente.
Muy suave y delicioso.
Después se añaden las yemas, de una en una, removiendo la mezcla después de cada incorporación.
Se baten las claras a punto de nieve y se añaden a la mezcla anterior. Yo suelo añadir un buen cucharón de claras a la mezcla de chocolate y lo mezclo. Si la textura de la masa es más parecida a la de las claras a punto de nieve, se mezclan mejor.
Después añado la masa de chocolate al resto de las claras montadas, removiendo con delicadeza para que no se bajen demasiado, pero asegurando que se mezclan bien porque la masa es bastante líquida y tiende a quedarse en el fondo del bol.
Se vierte en un molde desmoldable previamente engrasado. En la receta original sugieren un molde de 22 cm, pero como yo aumenté las cantidades en un 50%, utilicé uno de 28 cm (no tenía nada intermedio).
Tiene que estar unos 25 o 30 minutos en el horno. Crece bastante, aunque afortunadamente no se desbordó. Para comprobar si está en su punto, hay que pinchar con un palillo en el centro y debe salir ligeramente húmedo, ya que no tiene que cocerse del todo.
Se deja enfriar un poco antes de quitarle el aro. La superficie se resquebrajó bastante, pero nadie se quejó.
Esta es una de esas recetas que agradecen mucho los moldes desmoldables que sirven también para presentar las tartas (la base sirve de plato cuando se quita el lateral) y es que moverla al plato para presentarla es asunto complicado de lo tierna que es. Afortunadamente tengo una pala extraordinaria que me facilitó la tarea.
Se puede espolvorear con cacao en polvo, yo lo hice aunque el color es tan parecido que no se aprecia. En el libro se sugiere acompañar con unas natillas y realmente combina estupendamente.
Muy suave y delicioso.
que bueno que tiene que estar ¡¡¡¡ me encanta guapa ,besotes
ResponderEliminarGracias guapa! Ha sido un verdadero descubrimiento! Delicioso!
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