Hace unos días mi hija estuvo en una granja escuela con el resto de la clase. Pasaron unos días estupendos haciendo todo tipo de actividades con animales, plantas y deportes, pero tengo que confesar que una de las que más me gustan es la de repostería.
Según me contó, hicieron un bizcocho de calabaza "de muerrrrte" así que me documenté inmediatamente a ver si daba con una receta que le gustara. Tuve suerte a la primera, y es que me fui directamente a Chocolatísimo que siempre es garantía de éxito. Encontré esta receta y ha gustado a todos en casa.
Aunque en la fotografía aparezca una calabaza de Halloween (ha coincidido el mismo fin de semana), para el bizcocho compré una de las alargadas.
Ingredientes:
Lo primero de todo es hacer el puré de calabaza. Yo compré una de un kilo aproximadamente y utilicé unos 630 gr con piel.
La piel está bastante dura así que hay que utilizar un cuchillo bien afilado para ir cortando lascas.
Una vez pelada, el trozo que utilicé pesaba 480 gr. Hay que ir cortando trozos más o menos iguales, primero se corta por la mitad, cada mitad se corta en tiras como de un dedo de grosor y cada tira en trozos.
Hay que asarla o cocerla al vapor. Yo lo hice al vapor como recomienda Esther.
Estuvo unos 20 minutos, hasta que se puso tierna y se podía aplastar fácilmente con un tenedor.
La dejé escurrir un poco y luego lo machaqué todo con el tenedor.
Al pesarlo fueron justamente los 400 gr de puré de calabaza que pide la receta. Tengo que comentar que al incluir el puré de calabaza en la masa del bizcocho pensé que hubiera sido mejor pasarlo por la batidora o la Thermomix para que la textura fuese más fina, sin embargo me gustaron mucho los pequeños trocitos de calabaza en el bizcocho, le aportaban una jugosidad extraordinaria.
Una vez templado el puré de calabaza, empezamos con la receta del bizcocho. Encendemos el horno a 175º grados, calor arriba y abajo, para que se vaya calentando.
Comenzamos batiendo los huevos (mejor si están a temperatura ambiente) con la ralladura de limón
Al batir los huevos irán espumando y entonces empezamos a añadir el azúcar, cucharada a cucharada como si fuese lluvia.
En unos diez minutos estarán de un color muy claro, y la espuma se queda unos segundos en la superficie.
Es el momento de añadir los dos aceites, en un chorrito, mientras se bate a velocidad mínima.
Se mezcla bien, procurando no batir demasiado. Entonces se añade el yogurt, también poco a poco y batiendo al mínimo.
El siguiente paso es añadir la harina tamizada con la levadura en polvo y la canela. Yo cambié las varillas de KitchenAid por la pala y la añadí cucharada a cucharada con la velocidad al mínimo.
La masa se irá espesando y es importante no batir demasiado porque se destruyen las burbujas de aire que se han creado al batir los huevos.
Añadimos también las almendras molidas y volvemos a mezclar con cuidado, a velocidad baja y sin pasarnos, lo justo para que se integren.
Y por último el puré de calabaza, yo lo mezclé con la espátula para integrarlo en la masa.
Lo puse en un molde rectangular engrasado previamente con spray desmoldante.
Por encima le espolvoree un poco de azúcar blanca y también una cucharadita de azúcar moreno. También se pueden poner almendras fileteadas pero yo no tenía.
Estuvo en el horno unos 45-50 minutos, aunque siempre hay que pinchar con un palillo en el centro y comprobar que salga seco.
Después de unos diez minutos se puede desmoldar y dejar enfriar por completo en una rejilla.
Tengo que confesar que no esperaba un éxito tan rotundo. Le ha gustado a todo el mundo (salvo a la peque, que le echaba en falta el chocolate).
Es tierno y jugoso. Y un sabor muy delicado, la calabaza le queda realmente bien. Se me ocurrió que también podría hacer así el bizcocho de zanahorias, cocidas al vapor en vez de crudas.
El primer trocito cayó estando aún tibio.
Según me contó, hicieron un bizcocho de calabaza "de muerrrrte" así que me documenté inmediatamente a ver si daba con una receta que le gustara. Tuve suerte a la primera, y es que me fui directamente a Chocolatísimo que siempre es garantía de éxito. Encontré esta receta y ha gustado a todos en casa.
Aunque en la fotografía aparezca una calabaza de Halloween (ha coincidido el mismo fin de semana), para el bizcocho compré una de las alargadas.
Ingredientes:
- 400 gr de puré de calabaza.
- 4 huevos grandes a temperatura ambiente (5 medianos en la receta original)
- Ralladura de un limón
- 250 gr de azúcar.
- 40 gr de aceite de girasol
- 40 gr de aceite de oliva virgen extra (yo uso Arbequina u Hojiblanca)
- 60 gr de yogurt (yo utilicé tipo griego)
- 100 gr de almendras molidas
- 350 gr de harina tamizada
- 25 gr de levadura en polvo
- Una pizca de canela en polvo.
Lo primero de todo es hacer el puré de calabaza. Yo compré una de un kilo aproximadamente y utilicé unos 630 gr con piel.
La piel está bastante dura así que hay que utilizar un cuchillo bien afilado para ir cortando lascas.
Una vez pelada, el trozo que utilicé pesaba 480 gr. Hay que ir cortando trozos más o menos iguales, primero se corta por la mitad, cada mitad se corta en tiras como de un dedo de grosor y cada tira en trozos.
Hay que asarla o cocerla al vapor. Yo lo hice al vapor como recomienda Esther.
Estuvo unos 20 minutos, hasta que se puso tierna y se podía aplastar fácilmente con un tenedor.
La dejé escurrir un poco y luego lo machaqué todo con el tenedor.
Al pesarlo fueron justamente los 400 gr de puré de calabaza que pide la receta. Tengo que comentar que al incluir el puré de calabaza en la masa del bizcocho pensé que hubiera sido mejor pasarlo por la batidora o la Thermomix para que la textura fuese más fina, sin embargo me gustaron mucho los pequeños trocitos de calabaza en el bizcocho, le aportaban una jugosidad extraordinaria.
Una vez templado el puré de calabaza, empezamos con la receta del bizcocho. Encendemos el horno a 175º grados, calor arriba y abajo, para que se vaya calentando.
Comenzamos batiendo los huevos (mejor si están a temperatura ambiente) con la ralladura de limón
Al batir los huevos irán espumando y entonces empezamos a añadir el azúcar, cucharada a cucharada como si fuese lluvia.
Los huevos formarán cada vez una espuma más densa. Yo suelo empezar a batirlos a velocidad media y cuando van creciendo, voy subiendo también la velocidad de la batidora.
En unos diez minutos estarán de un color muy claro, y la espuma se queda unos segundos en la superficie.
Se mezcla bien, procurando no batir demasiado. Entonces se añade el yogurt, también poco a poco y batiendo al mínimo.
El siguiente paso es añadir la harina tamizada con la levadura en polvo y la canela. Yo cambié las varillas de KitchenAid por la pala y la añadí cucharada a cucharada con la velocidad al mínimo.
La masa se irá espesando y es importante no batir demasiado porque se destruyen las burbujas de aire que se han creado al batir los huevos.
Añadimos también las almendras molidas y volvemos a mezclar con cuidado, a velocidad baja y sin pasarnos, lo justo para que se integren.
Y por último el puré de calabaza, yo lo mezclé con la espátula para integrarlo en la masa.
Lo puse en un molde rectangular engrasado previamente con spray desmoldante.
Por encima le espolvoree un poco de azúcar blanca y también una cucharadita de azúcar moreno. También se pueden poner almendras fileteadas pero yo no tenía.
Estuvo en el horno unos 45-50 minutos, aunque siempre hay que pinchar con un palillo en el centro y comprobar que salga seco.
Después de unos diez minutos se puede desmoldar y dejar enfriar por completo en una rejilla.
Tengo que confesar que no esperaba un éxito tan rotundo. Le ha gustado a todo el mundo (salvo a la peque, que le echaba en falta el chocolate).
Es tierno y jugoso. Y un sabor muy delicado, la calabaza le queda realmente bien. Se me ocurrió que también podría hacer así el bizcocho de zanahorias, cocidas al vapor en vez de crudas.
El primer trocito cayó estando aún tibio.
Para más datos, trucos y consejos sobre bizcochos podéis consultar estas entradas:
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