domingo, 17 de marzo de 2013

Un Huevo de Brownie

  Y no es que haya hecho un montón de brownies, es que como tantas otras personas, caí prendada de los brownies en cáscara de huevo que hizo SandeeA hace ya un tiempo. 
  Me resistía a intentarlos con la falsa idea de que sería complicadísimo, pero hace unos días encontramos el momento en esas largas tardes de lluvia y nos divertimos mucho. Son bastante sencillos de hacer, quizás un poco más laborioso que un brownie sin más, pero el resultado es mucho más impactante. 


  Como es lógico, las niñas ya sólo quieren comer bizcocho en huevo (o huevo de chocolate, como dice Andrea) y ya no he vuelto a cascar un huevo desde aquel día, los abro con cuidadito y guardo las cáscaras para otra ocasión.
  Seguimos rigurosamente la receta y consejos de SandeeA, aunque como no tenía muchas cáscaras preparadas, lo que sobró de masa lo puse en un molde para brownies y quedaron perfectos.

Ingredientes
  • 200 gr de chocolate
  • 125 gr de mantequilla
  • 3 huevos.
  • 200 gr de azúcar. 
  • 125 gr de harina.
  • 3 cucharadas de cacao en polvo
  • Una pizca de sal.
  • Cáscaras de huevo (yo tenía 7 y me sobró masa).



  Lo primero es vaciar los huevos con cuidado. No es tan difícil como parece, yo cogí un cuchillo afilado y di unos golpes con cuidado en la base del huevo donde hay una cámara de aire entre la cáscara y la membrana de la cáscara. En muchos casos tuve suerte y no rompí la membrana, con lo que pude quitar con cuidado los trocitos de cáscara más fácilmente.



  En cualquier caso, una vez hecho el agujero la clara pasa fácilmente, la yema tampoco tiene muchas dificultades y casi todas salieron sin romperse. Yo los iba poniendo en un cuenco para revisar que no quedase ningún trocito de cáscara mezclada con la clara.

  Hay que limpiar muy bien los restos de huevo que queden dentro, los puse debajo del grifo y los limpié con un pincel. Después se ponen los huevos en un recipiente grande con un litro de agua y 100 gr de sal de manera que queden cubiertos completamente durante media hora.



  Entonces los dejamos secar sobre un paño o papel de cocina.



  Como fue bastante improvisado y me daba la impresión de que no se secarían nunca, cogí un secador del pelo para acelerar el proceso. En este caso, hay que tener cuidado con dos cosas, que la mitad del aire caliente va también hacia tu mano (te acabas quemando) y que las cáscaras de huevo no pesan apenas nada y como les llegue una ráfaga de aire se van todas volando por la cocina.

  Para terminar con las cáscaras de huevo hay que engrasarlas. Yo les puse un poco de spray desmoldante, pero a falta de spray se puede poner un chorrito de aceite por el agujero y mover la cáscara en todas direcciones para que se engrase todo el interior. Dejamos los huevos con el agujero hacia abajo mientras hacemos la masa para que salga el aceite o spray que sobra.

  Cuando empecemos con la receta del bizcocho encendemos el horno a 180º para que esté caliente. 
  Se funde la mantequilla en un bol grande, metiéndola un minuto en el microondas. Cuando esté fundida se añade el chocolate troceado. Se deja reposar un poco y en un par de minutos se funde el chocolate con el calor de la mantequilla y queda como una salsa.

  En otro bol se pone el azúcar con los huevos y se bate un poco para que se mezclen, pero sin llegar a montar los huevos. En este momento vino Paula a ayudarme, pero cayó en el embrujo de la salsa de mantequilla y chocolate y lo único que hacía era levantar la cuchara para ver cómo caía... 



  Al final conseguí que dejara el chocolate y batiera un poco los huevos, pero sin mucho entusiasmo.



  Reconozco que el chocolate olía a gloria. Se mezclan las dos cosas.



  Se añade la harina tamizada con el cacao y la sal. Se bate hasta que todo esté bien integrado. Me quedó una masa pegajosa, ni muy líquida ni muy espesa.



  Preparé una manga pastelera con una boquilla redonda, del tamaño aproximado del agujero de los huevos. Para que no se salga la masa antes de tiempo, he tomado la costumbre de enrollar la manga sobre la boquilla.



  También se puede utilizar una manga sin boquilla (o una bolsa de congelación cortando una esquina, pero es más fácil con la boquilla). Para llenar la manga yo la pongo en un recipiente alto, normalmente el vaso de la batidora. Para que todo el relleno caiga más fácilmente, doy la vuelta a la manga por el borde del vaso. 



  Se rellena la manga pastelera con toda la masa que quepa.



  Para que los huevos estuviesen lo más estables posible los puse en un molde para hornear mini-cupcakes. A falta de molde supongo que bastará con hacer un apoyo con papel de plata, donde el huevo pueda estar quieto sin rodar.

  Se rellenan los huevos hasta unas tres cuartas partes de su capacidad. En caso de utilizar una receta de bizcocho que lleve levadura no habría que llenarlos tanto porque se desbordarían demasiado. 



  Como la masa era bastante pegajosa me dio la impresión de que no estaba bien repartida por todo el huevo, así que intenté distribuirla mejor con ayuda de una cucharita.



  Los metí en el horno unos 20 minutos. Por un momento creí que no crecerían hasta llenar el huevo, pero todo fue bien. Se desbordaron un poquito pero no mucho.



  Para quitar las sobras de brownie lo mejor es hacerlo en caliente. Yo esperé unos minutos y entonces lo cogí con un trapo y con una cucharita se quita el sobrante.



  Una vez limpios los dejé enfriar con el agujero hacia arriba.



  Y así se los puse a las niñas como postre.



  Paula ya sabía de que iba el tema, pero Andrea se quedó un poco pillada. Lo que acompaña es manzana cortada como patatas fritas.


  
  Por cierto, con la masa que me sobró la puse en un molde con cavidades cuadradas que me ha conquistado.



  Los hornee justo después de los huevos (al ser de distinto tamaño podían necesitar más tiempo de horno).



  Mientras las niñas daban cuenta de los huevos, yo me fui comiendo los cuadraditos (creo que estaban todavía más buenos). 



  Ha sido un éxito absoluto. La receta de brownie está espectacular (en huevo o sin huevo), muy tierno por dentro y con un sabor a chocolate extraordinario.



  ¡Y no cuento el éxito que tuvimos al llevarlos de merienda al cole!

9 comentarios:

  1. Que chulooo,es una forma diferente de comer brownie y además lo mejor es el paso a paso, así cualquiera puede entrarle ganas de hacerlo porque no hay ninguna duda de lo bien explicado que está.

    Besitos

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  2. Ooooooyyy!! El molde de los cuadraditos!! Es genial. Bueno, y el proceso del huevo es muy complicado pero queda muy chulo. Saludos!

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  3. Seguro que fue muy divertido hacerlos y comerlos :) Tienen una pinta riquísima, muy esponjosa.
    Besos.

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  4. La verdad que esta original cien por cien, no me extraña que la pequeña quiera ya los bizcochos dentro de su huevo. Mil besicos

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  5. Qué originales te quedaron en la cáscara¡¡¡¡¡¡ Menuda ayudante de cocina más guapa tienes, así da gusto.Un beso

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  6. Qué ricos los "webrownies", bueno en cualquiera de sus versiones y muy divertidos para los peques.

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  7. uuooh que chulada de receta :)
    Besos

    http://infinityho.blogspot.com.es/

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  8. Me encanta la entrada, me parece espectacular esta idea de hacer brownies. Por cierto ese molde también lo vi ayer en otro blog, ¿dónde lo has comprado?
    bs

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    1. Hola Claudia! Muchas gracias!
      Si te digo la verdad, no recuerdo donde lo compré porque hago muchas compras on-line y este molde lo tengo desde hace mucho tiempo. En cualquier caso tuvo que ser en alguna de las tiendas de este listado (http://www.aprendizderepostera.es/p/tiendas.html) porque es donde compro.

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Me encantaría seguir aprendiendo con tus ideas y comentarios. Muchas gracias por participar!