viernes, 8 de marzo de 2013

Espinacas Esparragadas con Garbanzos

  Cuando yo era pequeña pensaba que no me gustaban las espinacas, cada vez que las veía en la mesa era un suplicio. Por eso, cuando las probé en casa de mi Santo (ya estudiando la carrera), descubrí con grato asombro que las espinacas están buenísimas (salvo en la receta que se cocinaba en mi casa, es raro pero a veces pasa). 
  Desde entonces siempre las pido cuando las veo en los bares ya que es una tapa bastante habitual por aquí (las preparo poco porque mi afición por las espinacas no es compartida por el resto de la familia).

  Siempre tengo un paquete de espinacas congeladas por si me da un antojo, pero hace unos días se me ocurrió comprarlas frescas en el mercado. Nunca las había comprado frescas y tengo que decir que están todavía más buenas, así que me saltaré otra vez la costumbre de recetas dulces y hoy os propongo unas espinacas con garbanzos.


  Hace ya muchos años que las hago, he ido adaptando a mi gusto una receta de la genial Cocina de Auro, uno de los primeros blogs que conocí de recetas y que está lleno todo tipo de platos.

  Esta vez no es como las recetas de repostería y las cantidades de los ingredientes son orientativos, ya que se pueden adaptar al gusto de cada uno. En algunos sitios sirven las espinacas muy caldosas, en otros mucho más secas (así es cómo me gustan a mi), hay quien le pone garbanzos y hay quien no le pone nada. En cualquier caso, no hay más que ir probando y cambiando un poco las proporciones.

Ingredientes:
  • Un manojo de espinacas (500 gr aproximadamente aunque también se pueden utilizar congeladas).
  • 4 o 5 dientes de ajo.
  • 4 o 5 rebanadas de pan
  • Media cucharadita generosa de comino.
  • Media cucharadita de pimentón.
  • Un bote de garbanzos cocidos (unos 400 gr)
  • Aceite virgen extra
  • Sal
  • Vinagre.

 Como decía, las proporciones pueden variar al gusto del consumidor. A mi me pierde el comino y le pongo bastante (molido porque sino Paula se me queja).         
  El pimentón procuro que sea agridulce, de la Vera, aunque hace ya mucho tiempo que no vamos por Cáceres y me tengo que conformar con pimentón dulce, aunque también se puede usar pimentón picante. 
 Se puede utilizar cualquier tipo de pan, pero yo procuro comprar un bollo sevillano, que tiene la miga más firme y queda mejor al freírlo. 
  Y sobre los garbanzos, también procuro que sean caseros pero también suelo tener un frasco por si acaso hay necesidad (como este día). 

  Si utilizamos espinacas frescas, lo primero es limpiarlas bien (pero bien, que tienen bastante tierra) y quitarle los tallos. Yo utilicé estrictamente las hojas porque pretendo que las niñas coman espinacas y hay que ponérselo fácil.


  Las limpié y las corté en tiras de unos dos dedos. Sólo con eso ya abultaban bastante menos.


  Después las puse en una cazuela con un agua hirviendo y sal (no mucha agua) y las tuve 4 minutos. Pasado ese tiempo las dejé escurrir. Se quedaron en casi nada.


  Mientras se hacen las espinacas se pelan los ajos y se cortan en filetes. Cuando utilizo espinacas congeladas suelo comprar las de Verdeliss al ajillo y entonces poco menos ajo.


  En una sartén amplia con un buen chorreón de aceite (bastante abundante porque después freiremos el pan), se sofríen los ajos hasta que estén dorados.


  Se retiran los ajos y se sofrien las rebanadas de pan. Yo corto el pan en rebanadas no muy gruesas, como de medio centímetro.


  Cuidado al freír el pan que la diferencia entre tostado y quemado es cosa de segundos. 


  Aunque en la foto aparezcan 5 rebanadas, en verdad sólo utilicé 4. La quinta es para mi Santo, que es la única gracia que le ve a esta receta.
  Se retira el pan y todavía debe quedarnos algo de aceite. Si no queda no pasa nada, se añade algo más (aunque siempre es mejor que tenga el toque del ajo).


  Se machaca el ajo en el mortero con un pellizco de sal. Se añade el comino en polvo y el pimentón.


  Se van añadiendo las rebanadas de pan frito al mortero, machacando con energía. Cuando la pasta que se forma empieza a ser difícil de manejar, se añade un chorrito de agua.


  Yo procuro añadir poca agua porque las prefiero más bien secas, pero reconozco que facilita mucho la tarea. En caso extremo también se puede pasar un momento por una batidora de cuchillas y que quede una pasta fina y espesa.

  
  Hecha la pasta, pongo las espinacas en la misma sartén. Si fuesen congeladas las pongo directamente en este punto y dejo que se descongelen y cuando ya están descongeladas añado la pasta anterior.


  Dejo que se mezclen bien y entonces añado los garbanzos. Yo pongo muchos porque es lo que les gusta a las niñas, las espinacas se las comen porque están muy bien mezcladas, pero se pueden poner menos o no ponerlos. Se rehogan un par de minutos y ya casi está. Con el fuego ya apagado y justo antes de servir, le añado un chorreón de vinagre.


  A mi me encantan. Espero encontrar por aquí más seguidores a mis espinacas en mi propia casa....

2 comentarios:

  1. Hola, me ha gustado mucho tu blog, me quedo :)

    Yo he empezado un blog, me gusta mucho la reposteria, te invito a que te pases.

    Cupcakes mis dulces fantasias

    http://cupcakesmisdulcesfantasias.blogspot.com.es/

    Saluditos

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  2. mmmmmmmm.... me encantan los guisos de cuchara y el majado que le has puesto me ha encantado.
    Me llevo tu receta!

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Me encantaría seguir aprendiendo con tus ideas y comentarios. Muchas gracias por participar!