miércoles, 20 de noviembre de 2019

Tarta Pusheen

  Aunque venga con mucho retraso, no quería dejar de publicar esta tarta que me pidió Andrea para su último cumpleaños porque es sencilla pero muy resultona. Lleva un tiempo encandilada con este personaje y me gusta poder darle la alegría de una tarta personalizada a su criterio.




  Como tantas otras veces, se trata de un bizcocho de chocolate relleno y recubierto de ganache de chocolate que es su combinación preferida y suele tener mucho éxito entre niños (y adultos). Los pasos que sigo habitualmente para preparar una tarta decorada con fondant los conté en Montaje de una tarta decorada, pero en este caso había que recortar y dar forma al bizcocho.

  Hice la masa del bizcocho en tres moldes normales de 15cm y en un bol con la base redondeada y también de 15 cm. Al ponerlos uno encima de otro quedaba una tarta bastante alta.
  En alguna página he visto que antes de darle forma a la tarta, preparan los bizcochos calándolos con almíbar y rellenando entre capa con la crema, pero a mi me resulta más cómodo recortar y los bizcochos primero y montar la tarta después. Lo que si hago es cortar cada bizcocho en dos o tres capas, según lo altos que sean, y me preparo con cuchillos rallador y alguna imagen del resultado que pretendo conseguir.


  Una herramienta que agradezco mucho es la tabla giratoria, para poder dar vueltas a la tarta y ver cómo va quedando por todos lados. En este caso tenía que recortar bastante bizcocho de la parte superior porque el gatito tiene forma de huevo. 
  Como se puede ver en la siguiente fotografía, cada capa de bizcocho tiene un palillo que marca la posición. Gracias a ese pequeño truco cuando hay que desmontar las capas para calar el bizcocho y rellenar con crema, es más fácil colocar cada bizcocho en la posición que estaba. Los recortes de bizcocho se recogen porque pueden hacer falta.


  Cuando queda con la forma aproximada, empiezo con el montaje de la tarta calando los bizcochos y rellenando con la ganache. 


  Si todas las capas de bizcocho tienen el mismo diámetro hay que tener mucho cuidado siguiendo el orden correcto, porque cualquier imperfección se notaría mucho en la tarta. En este caso los círculos seguían un orden muy claro, pero aún así hay que ser cuidadosos colocando cada círculo en su posición. 


  Una vez formada la tarta, se puede seguir recortando o mejor rallando la superficie para perfeccionar la forma. Aunque siempre con prudencia porque es más fácil quitar que añadir. 
  Además en este caso la parte inferior de la tarta debía ser bastante más grande que la superior y no quería seguir recortando, así que utilicé el siguiente Truco. Mezclé parte de las migas de bizcocho que había recogido de los recortes y una cucharada de ganache.


  Después de mezclarlo bien queda una especie de pasta que se puede modelar, es la idea de las bizcobolas (mi referente siempre será la página de Morgana, Tartas con magia). 


  Con esa masa hice las orejas y le añadí a la base para mejorar la forma.


  Es recomendable dejarlo enfriar para que la masa para que se ponga algo más firme y no se deforme al cubrirlo con la ganache.


  Cuando ya está cubierto, se deja enfriar otra vez y así es más sencillo repasar las posibles imperfecciones con una espátula.

  Para cubrirlo con fondant es más fácil si el fondant está bien amasado porque la forma no es tan regular como una tarta redonda y así es más sencillo adaptar el fondant a los recovecos.


  Afortunadamente los detalles son sencillos porque la gatita tiene unos trazos muy sencillos.



  La tarta le encantó a Andrea y sus amigas que también son muy aficionadas a Pusheen. Con las velitas del cumpleaños quedó un poco agobiada, pero es que se hacen mayores...






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