Estas galletas tienen un sabor intenso a chocolate, son muy tiernas y los trozos de chocolate las hacen irresistibles. Además se hacen bastante rápido y aguantan bien en una caja de lata, no sé si más de dos días, nunca han durado tanto.
La receta la encontré en el blog de Kanela y Limón, y tenían una pinta tan deliciosa que las hice inmediatamente. De sabor quedaron estupendas, pero tengo que decir que he tardado varios intentos en conseguir la imagen brillante e irresistible de Kanela y Limón.
Lo bueno del asunto es que ya sé con detalle de qué depende el aspecto de corteza y con las pruebas he aprendido un par de cosas sobre las cookies.
Ingredientes:
Estas cantidades dan para unas 12-14 galletas, aunque yo suelo hacer el doble y congelo la mayoría. Los dos últimos ingredientes se pueden combinar como se quiera, más chips o más chocolate, o poner un poco más o menos de alguno de ellos, aunque los trozos de chocolate quedan irresistibles.
Se enciende el horno a 180º para que se vaya calentando.
Se funde los 110 gr de chocolate con los 30 gr de mantequilla al baño maría o en el microondas, a potencia media-baja y removiendo cada medio minuto para evitar que se queme. Una vez derretido lo dejamos templar.
En un bol se bate el huevo con el azúcar moreno, la pasta de vainilla y la cucharadita de café soluble hasta que quede espumoso y aumente el volumen.
Se añade el chocolate fundido y templado.
Se añade la harina tamizada con la levadura en polvo y una pizca de sal. Se puede hacer en dos o tres tandas para que sea más fácil incorporarla.
Por último se añaden los chips de chocolate, aunque se pueden reservar algunos para colocar por encima.
La masa queda como la de un brownie, bastante fluida para ser galletas. El truco para que quede la cobertura tan brillante y sugerente es hornear las galletas inmediatamente, sin enfriarla. Con una cuchara o con la manga pastelera se ponen porciones sobre un papel vegetal (o de hornear) algo separadas porque se extiende. Sobre la masa se pueden colocar los trozos de chocolate.
Se hornean unos 13 minutos (el tiempo puede variar un par de minutos arriba o abajo dependiendo del horno o de la cantidad de masa), hasta que están brillantes.
Se dejan unos minutos en la bandeja del horno antes de pasarlas a una rejilla para que terminen de enfriarse.
En las primeras tandas siempre enfriaba la masa, suelo hacerlo con las galletas porque así es más manejable. Cuando la masa está fría, se endurece y se pueden formar bolas del tamaño de una nuez que se pueden congelar y hornear cuando se quiera.
Pero entonces el aspecto de las galletas cambia (el sabor no, siguen quedando deliciosas). Al estar fría la masa no se extienden tanto, quedando ligeramente más gruesas, y la superficie no queda con ese brillo típico de los brownies.
En cualquier caso, deliciosas. Nadie se ha quejado del aspecto ni del sabor al probarlas, pero el brillo de la superficie cuando la masa está a temperatura ambiente... me encandila.
Tengo que comentar que en una tanda se me olvidó poner la levadura. Pensé que no quedarían buenas, pero que va, estaban más finas, algo más densas, pero se acabaron igual de rápido que las otras tandas.
- 110 gr de chocolate negro.
- 30 gr de mantequilla.
- Un huevo (tamaño M) a temperatura ambiente.
- 80 gr de azúcar moreno.
- 55 gr de harina tamizada.
- Media cucharadita de levadura en polvo.
- Una cucharadita de café soluble.
- Una cucharadita de pasta de vainilla.
- Una pizca de sal.
- 50 gr de chips de chocolate.
- 50 gr de chocolate troceado.
Estas cantidades dan para unas 12-14 galletas, aunque yo suelo hacer el doble y congelo la mayoría. Los dos últimos ingredientes se pueden combinar como se quiera, más chips o más chocolate, o poner un poco más o menos de alguno de ellos, aunque los trozos de chocolate quedan irresistibles.
Se enciende el horno a 180º para que se vaya calentando.
Se funde los 110 gr de chocolate con los 30 gr de mantequilla al baño maría o en el microondas, a potencia media-baja y removiendo cada medio minuto para evitar que se queme. Una vez derretido lo dejamos templar.
En un bol se bate el huevo con el azúcar moreno, la pasta de vainilla y la cucharadita de café soluble hasta que quede espumoso y aumente el volumen.
Se añade el chocolate fundido y templado.
Se añade la harina tamizada con la levadura en polvo y una pizca de sal. Se puede hacer en dos o tres tandas para que sea más fácil incorporarla.
Por último se añaden los chips de chocolate, aunque se pueden reservar algunos para colocar por encima.
La masa queda como la de un brownie, bastante fluida para ser galletas. El truco para que quede la cobertura tan brillante y sugerente es hornear las galletas inmediatamente, sin enfriarla. Con una cuchara o con la manga pastelera se ponen porciones sobre un papel vegetal (o de hornear) algo separadas porque se extiende. Sobre la masa se pueden colocar los trozos de chocolate.
Se hornean unos 13 minutos (el tiempo puede variar un par de minutos arriba o abajo dependiendo del horno o de la cantidad de masa), hasta que están brillantes.
Se dejan unos minutos en la bandeja del horno antes de pasarlas a una rejilla para que terminen de enfriarse.
En las primeras tandas siempre enfriaba la masa, suelo hacerlo con las galletas porque así es más manejable. Cuando la masa está fría, se endurece y se pueden formar bolas del tamaño de una nuez que se pueden congelar y hornear cuando se quiera.
Pero entonces el aspecto de las galletas cambia (el sabor no, siguen quedando deliciosas). Al estar fría la masa no se extienden tanto, quedando ligeramente más gruesas, y la superficie no queda con ese brillo típico de los brownies.
En cualquier caso, deliciosas. Nadie se ha quejado del aspecto ni del sabor al probarlas, pero el brillo de la superficie cuando la masa está a temperatura ambiente... me encandila.
Tengo que comentar que en una tanda se me olvidó poner la levadura. Pensé que no quedarían buenas, pero que va, estaban más finas, algo más densas, pero se acabaron igual de rápido que las otras tandas.
GUAUUUUUUUUUUUuu con esos pegotes de chocolate tienen que estar de muerte¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarSiiiii!!!
EliminarHola! Te quedaron espectaculares! Muchas gracias por compartir tus descubrimientos y trucos, de los fallos también aprendemos y ayudan a que los demás no los cometamos! Besis
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, en verdad ese es mi objetivo: aprender y comunicar los aciertos y errores. Saludos!
EliminarPara morirse de ricas guapi!!
ResponderEliminarMadre mía, tienen una pintaza total, entre el chocolate y luego las mega chispitas que llevan...Empiezas a salivar y no paras solo de verlas!!
Un besote!
Hola!!! Menuda pinta tienen estas cookies...y con esos trozos taaan grandes de chocolate, nos encantan!!! qué pasada, deben estar buenísimas. Nos quedamos con la receta con tu permiso, tenemos que probarlas sí o sí!! :) Tienes nuevas seguidoras por aquí! Besitooooooos!!
ResponderEliminarMenuda pintaza ♥ Esta receta seguro que la preparo en casa pronto, porque se me ha caído la baba solo de verlas jajaja
ResponderEliminarBesos