La semana pasada fue el cumpleaños de mi sobrina y aprovechando que todavía hay fresas, compré unas pocas para hacerle su tarta de cumpleaños.
Estaba helada pero bien helada! |
Además aprovecho para participar en el I Concurso de cocina de Tiendeo "Recetas de Temporada", que está recopilando una buena colección de recetas muy interesantes.
La inspiración de la receta la saqué de Bloc de recetas, aunque cambié varias cosas para adaptarme al tiempo e ingredientes que tenía.
Ingredientes
Para el bizcocho de la base
- Un huevo a temperatura ambiente.
- 30 gr de azúcar
- 30 gr de harina.
Para la mouse de fresas
- 550 gr de fresas
- 150 gr de azúcar moreno (creo que admite más, aunque yo soy muy golosa)
- 500 ml de nata con al menos 35% de materia grasa.
- 9 hojas de gelatina.
- 6 cucharadas de agua.
Para la cobertura de gelatina
- Un sobre de gelatina de fresas
- 300 ml de agua.
Sobre los ingredientes lo único que cambiaría la próxima vez es la cantidad de azúcar de la mouse, que me pareció que podría admitir un poco más (aunque nadie se quejó en casa). Utilicé un azúcar moreno muy buena que deja un toquecillo acaramelado, aunque también se puede utilizar azúcar blanca normal.
Empezamos haciendo un bizcocho básico para la base de la tarta. Lo hice de un solo huevo y quedó la cantidad justa para un molde de unos 22 cm de diámetro, desmoldable y bien engrasado.
Estuvo 8 minutos en el horno (a 180º), lo saqué justo cuando empezó a dorarse ligeramente. Lo de engrasar bien el molde ayuda a que el borde del bizcocho se separe del molde cuando se enfría y así no se ve el bizcocho al presentar la tarta.
Mientras se va haciendo el bizcocho, ponemos las hojas de gelatina a hidratar en agua fría. También limpiamos y preparamos las fresas, reservando dos o tres para decorar.
Las fresas las trituré haciendo un zumo que pasé por el colador para intentar quitar las semillas.
Digo intentar porque mi colador no tiene la malla muy fina y al final se colaron muchas, pero si conseguís retenerlas queda más bonito. Se le añade el azúcar moreno y se vuelve a batir bien para ayudar a que se disuelva.
Las hojas de gelatina ya deben estar perfectamente hidratadas, así que calentamos las seis cucharadas de agua hasta que hiervan y disolvemos las hojas de gelatina bien escurridas.
Yo cogí las hojas de gelatina una por una y las metí en el agua caliente, me parece que se disuelven mucho mejor que vertiendo el agua sobre las hojas de gelatina (alguna vez lo he hecho así y me costó más trabajo disolver algunos grumos).
Se vierte el zumo de fresas sobre el agua con la gelatina y se mezcla bien.
Reservamos y mientras montamos la nata. Yo siempre guardo el bol y las varillas unos 10 o 15 minutos en el congelador y tengo la nata muy fría para que monten mejor.
El siguiente paso es verter la mezcla de fresas sobre la nata, teniendo en cuenta que la mezcla debe haber perdido el calor para que no se derrita la nata.
Se mezcla con movimientos envolventes, procurando no dejar grumos porque quedan como manchitas blancas que no se notan en el sabor ni la textura, pero que afean mucho.
Lo ponemos en el molde, sobre el bizcocho que ya estará frío, procurando alisar bien la superficie. Lo metemos en el congelador para que se vaya cuajando.
Mientras se enfría hacemos la cobertura de gelatina. Yo utilicé un sobre de gelatina royal pero con menos agua de la recomendada (300 ml en vez de 500ml). Para hacer la gelatina, basta calentar la mitad del agua (150ml) hasta que hierva, se añade el sobre y se remueve hasta que se disuelva y entonces se añade la otra mitad de agua fría.
En el caso de utilizar otra marca de gelatina, comprobad que lleve azúcar y si no es así, habría que añadir la cantidad que recomienden.
Esperé un ratito a que se enfriara un poco y entonces saqué la mouse del congelador. Antes de verter la gelatina, aproveché para limpiar un poco los laterales del molde, que con la mouse ya un poco cuajada resultó más sencillo.
Entonces añadí la gelatina con una cuchara, poco a poco para que no se deformara la superficie de la mouse.
Una vez lista, otra vez al congelador. Después de dos horas largas en el congelador la mouse estaba cuajada (aunque no congelada del todo) y la gelatina también firme.
La desmolde sin problemas y aproveché para alisar un poco los laterales con una espátula o un cuchillo plano.
El resultado ha sido extraordinario, suave, delicada, con un sabor a fresas con nata buenísimo.
En el bloc de recetas recomendaban tenerla congelada y sacarla un rato antes para que estuviera fría pero no congelada del todo. Yo la tuve 4 horas en el congelador y llegó a la mesa perfecta. El trozo que sobró también se puede guardar en el congelador, pero creo que también se puede conservar en la nevera y así no hay que esperar a que se descongele (puede ser demasiado tiempo para algunos impacientes)
Muy buena opción para aprovechar las últimas fresas de la temporada, muy sencilla y gustó a todos en casa.
que rica debía estar, solo la pinta que tiene en las fotos lo dice todo.
ResponderEliminarme acabo de dar cuenta de que he aprovechado muy poco la temporada de fresas este año, creo que no he hecho ningún postre con ellas :(
eso sí, me propongo que con las cerezas no me va a pasar lo mismo. besos!
Menuda tarta. Nos encanta esta receta. Se ve deliciosa. Besos
ResponderEliminarEspectacular, qué cosa más buena. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarHolaaaa, es una tarta fantástica y preciosa! precisamente tenía yo una duda y es que el viernes tengo un cumple y quería llevar una tarta parecida pero de limón. La he hecho y la tengo en la nevera cuajando, pero mi duda era si hacer ahora la gelatina y ponerla y luego congelar la tarta hasta el viernes. Pensaba que igual se estropeaba la gelatina al descongelarse pero veo que no. Mis dudas han quedado aclaradas, voy a prepararla ahora mismo!
ResponderEliminarUn besoooo
¡Me alegro! La gelatina de esta tarta quedó perfecta y se descongeló sin problemas!
EliminarBesos y que tengáis un feliz cumple!
Qué pinta! Y que bonita queda desmoldada! Sin duda una elección estupenda para cd llegue el calorcito! Me encanta! Un besote!
ResponderEliminarQué buena, estas tartas fresquitas me encantan, además quedan muy bonitas! Besos!
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